Carta a mi abuelito

2
600
views

Abuelito, hoy es tu cumpleaños y antes de anoche soñe contigo. 

Estabas sonriente como siempre, con tus chistes y comentarios, al menos como siempre te he recordado. Me desperté con una gran sonrisa, pensando que estabas aún entre nosotros, luego, al sacudirme la modorra, caí en cuenta que al igual que mi Abuelita(mamá) Flormaría, tu también nos habías ya dejado.

Viviste una vida como la quisiste; fuiste en pilón de toda una familia, de tus hermanos y tus primos, de los sobrinos de tu esposa y los primos y hermanos de ella; fuiste pionero y explorador, arriesgado y apasionado, y tal vez esa misma pasión te pasó gran factura en tus últimos años de vida… sin embargo, yo te recuerdo por todo lo bueno y el gran ejemplo que nos dejaste: La familia está primero, el trabajo bien hecho tiene recompensas y nunca serás más por tener más sino lo compartes con lo tuyos.

Más allá de la sangre está el vínculo familiar que se construye con el corazón

Se que no eres mi abuelo de sangre, pero nunca me hiciste sentir menos nieta que tus nietos; desde que viví contigo esos años en Houston me «adoptaste» como nieta siendo que sólo era «la hija de la prima de la madre de tu esposa» (casi que ni parientes ni cercanos ni lejanos). Me abrazaste en tu corazón como una nieta más, y siempre durante los treinta y pico de años que siguieron en nuestras vidas, me hiciste sentir que tenía un abuelo (y claro, también tu esposa, mi abuelita Gladys que gracias al cielo seguimos disfrutando) Esa capacidad tuya de amar y dar que te hizo ser grande, es lo que me hizo a mi ser afortunada.

Sé que no fuiste perfecto, que tuviste muchos momentos malos, que aún sin que fuera tu intención, hiciste sufrir mucho a quien más amabas, pero esto también me dejó grandes aprendizajes, me hizo entender que los defectos están ahí y que de nosotros depende el cómo evitar que con ellos, podamos hacer daño a quienes nos rodean. De ti y de Abuelita he aprendido mucho sobre la palabra perdón, y sé que aún me queda más por aprender.

Ahora yo también estoy formando una familia lejos de mi tierra, como tu lo hiciste en tu momento; solo espero poder, como tu lo has hecho, formar un núcleo tan fuerte y tan unido… o al menos, no dejar de pertenecer, a pesar de la distancia, de esa familia a la que tuviste a bien adoptarme.

Hoy solo puedo decirte gracias, gracias por haberme adoptado en tu familia, gracias porque hoy puedo decir: yo también tuve y disfruté tener un abuelo.

Buscando una foto para ilustrar este post, me encontré con esa… el día en que conociste a tu primer bisnieto. Esa emoción y los deseos que tuviste para mi hijo, los llevo tatuados en la memoria: –Mijita, le deseo que sea un hombre de bien y de familia. Gracias a ti, mi hijo ElMayor puede decir que también conoció a su bisabuelo.

Feliz Cumpleaños Abuelito.

Artículo anteriorCinco años ya…
Artículo siguienteLas venas várices, una herencia non-grata
Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
Compartir

2 Comentarios

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ocho + cuatro =