De visitas médicas y micromachismos de andar por casa

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Si me sigues por Facebook sabrás que hemos tenido un mes de diciembre con algunos incidentes virulentos en casa, así que ayer hemos aprovechado para ir los cuatro a la consulta nuestro médico de familia: nos ha tocado una doctora nueva para nosotros, joven (como yo, jejeje) y en apariencia muy profesional.

Nos auscultó a todos, hizo preguntas de rigor, exploración física, antecedentes médicos, etc. todo muy normal para una revisión médica, si no fuera porque cada vez que hacía mención a algún tipo de cuidado especial, dieta, suministro de medicinas, recomendaciones de salud, sólo y únicamente se dirigía a mí, como si mi marido no existiera como si fuese invisible, o como si simplemente asumiera que los asuntos de cuidado no le correspondiesen a él para nada.

Para la mayoría esto serían pequeñas sutilezas, habrá quienes piensen que estoy hilando muy fino y, y que estoy viendo señales de machismo donde no las hay; pero me reafirmo en que éstas sutilezas, micromachismos de andar por casa, son los nutrientes de una actitud que fomenta el machismo, la desigualdad y desde luego que poco o nada ayudan a la corresponsabilidad.

Los médicos pueden ser agentes del cambio hacia una sociedad menos machista

¿Cómo se puede pretender que esta sociedad cambia hacia un modelo corresponsal e igualitario, si los agentes que pueden tener en su poder insinuar y promover el cambio no lo hacen?

Así como ahora los médicos de familia están siendo instruidos en la identificación de factores de riesgo de violencia intrafamiliar y los pediatras en acoso escolar y ciberbullying, creo yo que también deberían ser formados en el fomento de la igualdad y la corresponsabilidad. Ya sé que no son psicólogos ni terapeutas de familia, pero precisamente el hecho de ser los profesionales de la salud que mayor contacto tienen con las familias, creo yo que son precisamente los más indicados para convertirse en agentes del cambio. 

Hacer como si el padre no existiera, ningunearlo y pasar por encima de él, no es la primera vez que lo vivo ni que lo escucho de otros padres; recuerdo a Alejandro Bustos de Psicología Ceibe en una de las charlas en las que participe con él, decir que era triste y excluyente y que, durante las primeras revisiones pediátricas con su hijo recién nacido, le ignoraban a tal punto de llegar a sentir que sobraba y se había propuesto firmemente cambiar esa visión ante su pediatra.

La verdad es que tampoco me gustó que lo hiciera delante de mis hijos, sobre todo ElMayor que ya se entera aún más de todo… es que no era de recibo, ni servía de ejemplo para nada! mejor dicho, se perdió ahí una gran oportunidad para educar en igualdad y corresponsabilidad. 


La corresponsabilidad en el cuidado es clave para la igualdad y la conciliación

Realmente, para que la sociedad avance hacia la equidad e igualdad, hacia la corresponsabilidad (que en últimas no es otra cosa que el reparto equitativo de las responsabilidades), debemos comunicar y demostrar que el cuidado no depende del género, que el cuidado es intrínseco al ser humano por encima del género, que el reparto equitativo de las labores de cuidado (corresponsabilidad) es necesario y vital para lograr la tan anhelada sociedad sostenible e igualitaria.

No sé igual me equivoco, igual estoy sacando las cosas de contexto, igual estoy exagerando, pero la verdad ayer me sentí muy mal, me sentí con una carga sobre mis hombros que no me corresponde… porque ojo, que mis hijos son también hijos de mi marido, y que ambos estamos en igualdad de condiciones para cuidarlos.

Este post tenía que haber salido publicado el día 29, pero por razones técnicas ajenas a mi voluntad… ha salido hoy día 30. 
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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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8 Comentarios

  1. Nunca me había fijado en ello hasta que lo has mencionado y sí, se dirigen a las madres y a ellos les dejan de lado como si no se fueran a enterar y claro… es lo que terminan aprendiendo nuestros hijos. Yo creo que no exageras y que hay que cambiar las pequeñas cosas para llegar a las grandes. Feliz año

    • Es increíble como pasamos por alto y normalizamos estas cosas, como tu dices! hemos convivido con ellas durante generaciones y generaciones, pero debemos dar un giro, evidenciarlas, luchar por que cambien y desde luego ser nosotros mismos agentes de ese cambio.

      Un saludo para las dos… y un feliz año!

    • Ya lo has dicho tu… lamentable! estoy convencida que todos y cada uno de nosotros tenemos una parte de responsabilidad y de posibilidad de ser gestores y agentes del cambio, pero desde luego aquellos que tienen mayor poder de influir deberían ser los primeros en la línea! Gracias por pasarte por aquí, comentar y compartir… un feliz año nuevo para ti también.

  2. Yo no creo que exageres para nada! El problema es nuestro, que lo hemos normalizado tanto que lo vemos normal y no apreciamos esos matices. Evidentemente micromachismos de andar por casa, apenas perceptibles.
    En mi caso intentamos ir siempre juntos al médico, y si, generalmente se dirigen a las madres… Como mi pediatra es… No se como definirla… Pues no le había dado mayor importancia al tema, pero la tiene.
    Nuestra forma de combatirlo es yendo los 2 y participando pro activamente los 2 y a ver si poco a poco van cambiando las cosas.
    Gracias por escribir esto porque seguro que abres muchos ojos.
    Muacks!

    • Gracias a ti amiga! Creo que nos quedamos cortas en actuar frente a estos micromachismos, creo que yo al menos debí ser más incisiva y haberle dicho con mayor vehemencia que mi marido estaba ahí y que podía decirle también a él… En fin, que creo que a la próxima no me callo.

    • Efectivamente… Como me gusta ver que el tema se está aclarando cada vez más: no es ayudar, es responsabilizarse! Llevo muchos años repitiéndolos como un mantra y me da mucha esperanza ver que cada vez seamos más los que entendemos la importancia de distinguir estos matices! Me pasó por tu blog! Un abrazo y feliz año!!!

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