«Mi peque sale hecho un demonio del colegio»
¿Te ha pasado que una tarde llegas a buscar a tu peque al cole, y de inmediato se desencadenan una serie de sucesos poco menos que agradables, que que terminan con el crío tirado en el suelo en el mejor de los casos o un grupo de madres intentando decirte qué hacer y cómo hacer y asegurando que a ellas nunca les ha pasado, pero que tu tranquila que ya se le pasará?
Pues bien no te preocupes no eres la única que ha pasado por esta situación, (ni es que tu hijo se esté transformando en Chuky, por más que te parezca) ni serás la última en pasar por ello, ni será la última vez que te pase! (Todo tiene su pro y su contra, jeje)… lo más probable es que tu peque simplemente esté descargando todo el estrés que le produce el hecho de estar ahora en un colegio donde le dicen todo el tiempo que es mayor, donde se le pide que actúe como mayor, con una serie de niños que hasta ahora eran desconocidos, lejos de su familia, lleno de normas nuevas que apenas está empezando a asimilar, teniendo que obedecer a una persona que recién conoce y que no en todos los casos es de todo su agrado. Vamos… toda una serie de situaciones muy anormales, perdón, muy normales, verdad?
Tu peque ha empezado el cole este año y está enfrentando muchísimos cambios… Todas esas rabietas y pataletas después del cole pasarán y te puedo asegurar que en un 90% de los casos se debe simplemente a su ajuste emocional a la nueva situación.
Te preguntarás porqué lo hace contigo si te dicen que en el cole se porta fenomenal; pues te voy a decir que tienes suerte: si esa dulce criatura que es tu peque es capaz de perder el control delante tuyo quiere decir que tú eres la persona en la que confía plenamente. (Válgame, dirás!… pero si, es así)
Hasta el momento en que te ve, ha tenido que hacer un esfuerzo para el cual no está del todo preparado, para controlar y reprimir sus verdaderas emociones; está en un ambiente que aunque no sea hostil, no es su entorno natural y habitual. Así que al verte, todo su sistema nervioso se relaja y como es peque aún no sabe cómo canalizar esa tensión que ha sentido durante el día, pero si sabe que en tus brazos y en tu canto podrá encontrar el recogimiento y el confort que necesita para recuperar su equilibrio interior.
Te podrá sonar incoherente, pero así es! no lo digo sólo yo, lo dicen múltiples psicólogos de la crianza respetuosa. Y, cuando el niño o la niña se porta mal con su padre o su madre es porque siente la confianza de ser entendido comprendido y amado. Habrás oído la frase que dice:
«quiéreme cuando más lo necesito que es cuando peor me comporto»
Pues eso a eso hace referencia en muchos casos ese comportamiento equivocado, cuando han sido sometidos a una situación de estrés, de la cual aún no tienen el control, simple y sencillamente porque aún no tienen las herramientas emocionales ni el desarrollo neurológico para controlarlas.
Lo mismo hacemos los adultos de fingir o restringir nuestras emociones ante situaciones estresantes; ¿no te ha pasado que al llegar a casa luego de un día estresante, sentimos como un desvanecimiento y una extraña tranquilidad de poder llorar, o gritar o simplemente desahogarnos si hemos tenido un mal día? y qué me dices de las veces que por el estrés al que somos sometidos durante el día, que llegamos y estamos irritables y no nos aguantamos a nosotros mismos y de pronto pegamos un grito (y lo hacemos inconscientemente porque sabemos que en casa no nos va pasar nada, porque nos van a entender, nos van a perdonar nuestro mal comportamiento y el habernos salido de casillas)... pues eso mismo lo que le pasa los pequeños. Están desahogándose en el lugar y con las únicas personas que saben, les van a entender y perdonar.
En ningún caso pienses que es algo que te está haciendo a ti o que va en tu contra!
Si te ves en esta situación, trata de empatizar con su situación, trata de entender que se puede tratar de estrés, de cansancio, de tristeza, o simplemente de agotamiento físico y mental:
son demasiadas horas las que pasan en el colegio,
demasiadas horas quietos,
demasiadas horas sentados,
demasiadas horas sin poder hacer lo que más les gusta que es jugar,
demasiadas horas siguiendo instrucciones de personas que para ellos son unos perfectos extraños,
demasiadas horas compartiendo con niños con los cuales de pronto no tiene una perfecta relación,
demasiadas horas teniendo que hacer y demasiadas horas sin poder ser simplemente ser.
Cómo actuar ante una pataleta en el colegio
La próxima vez que haga una rabieta o una pataleta al salir del cole piénsalo antes de reaccionar, piensa primero que no te lo está haciendo a ti, segundo que lo hace contigo porque tú eres la persona en la que más confía, y tercero que probablemente lo que necesita es un fuerte abrazo, mucho más comprensión, menos reglas, más apoyo, y descansar de hacer para poder ser ser niño y actuar como tal.
Te doy algunos tips que he aprendido a través de la Disciplina Positiva y mi propia experiencia, y que me han ayudado con mis dos hijos; no todos funcionan, ni siempre funcionan, pero pueden ser un buen punto de partida…
- Prueba la fórmula del abrazo (no la de dar sino la de pedirles un abrazo)
- Prueba a dejarle que se desahogue, acercándote de forma respetuosa, tocándole suavemente, y vigilando que no se vaya a hacer daño, pero sin interferir mucho.
- Intenta ayudarle a verbalizar lo que siente: «Imagino que estarás muy cansado» , «Has tenido un día muy largo», «¿Quieres ir a casa?», «¿Quieres ir a jugar?», haz preguntas o sugiere situaciones que le sean agradables.
- Prueba a ofrecer un abrazo o un beso
- Dile que entiendes que esté alterado/a y que quieres ayudarle a calmarse
- Mantén la calma y haz caso omiso a lo que te rodea; centrate en tu peque y en demostrarle que estás ahí, a su lado… a pesar de que su comportamiento no sea el más indicado.
- Espera a que se haya tranquilizado para poder hablar al respecto de lo sucedido, pero recuerda que son «manifestaciones de emociones» así que en lo posible deberíamos evitar decir cosas como «te has portado mal», mejor decir «cómo nos hemos sentido nosotros» y decirles que a pesar de que ellos se sientan mal, cansados o demás, es mejor buscar otras formas de manifestarse (claro, no en esas palabras, pero ya me entiendes a lo que me refiero… supongo).
Ojalá hubiese sabido yo esto antes… ahora entiendo muchas cosas por las que han pasado mis hijos… de ahora en adelante prometo pararme a pensar en esto cada vez que salgan del cole "imposibles". Muchas gracias
Gracias a ti guapa… nos han educado para suponer tantas cosas que hace que nos sea muchas veces difícil ver otras; lo bueno de todo esto de educar a nuestros hijos, es que vamos aprendiendo y desaprendiendo a la par con ellos. Un abrazo
Gracias, tus palabras hacen pensar!
A ti por leerlas… <3
Y es posible que esta reacción ocurra desde el primer año de guardería ( entro con un año) y seguimos igual ahora y cursa segundo infantil? Hay algo que se pueda hacer para canalizar ese estress o presión para reducir estas conductas? Gracias
Hola Huro, no soy psicóloga pero te hablo desde la experiencia como madre y como formadora en disciplina positiva; lo que comentas no sólo es posible sino perfectamente normal a edades aún más tempranas y puede estar muy relacionado al sentimiento de desapego y el estrés que esto produce a los más pequeños; hablarles, mimarlos, no juzgar nunca su comportamiento, verbalizar por ellos y sobretodo darles tiempo para descansar y relajarse por ejemplo con música clásica puedes intentarlo… Procurar no alargar sus días, ir de la guardería a casa directamente, dejarle descansar y en lo posible que lo haga al lado vuestro. Cada niño es un mundo, pero hay pequeños gestos que a todos nos agradan y nos permiten encontrar ese equilibrio. Si me lo permites, te puedo recomendar que busques sobre músico terapia y un libro que se llama Tranquilos y atentos como una rana!
Un saludo
Gracias por tu comentario y recomendaciones , hoy mismo me pondré a ello. En mi caso soy profesora de Infantil y como tal he practicado todas las teorías habidas y por haber pero claro ser madre es diferente. Tienes razón cuando dices la posible relación entre el desapego y el estrés y yo añadiría Alta demanda. Lo que ocurre es que aún haciendo todo lo que me dices y ver que no funciona a veces necesitas que alguien te reafirme que estas haciendo todo lo posible y que está bien hecho. En fin que me enrollo. Mil gracias
Hola: son unos consejos muy prácticos. Tienes razón que hay niños que salen super estresados del cole en especial los mas pequeños y a los que les cuesta más adaptarse a los cambios. Seguimos en contacto
Que sensata y tranquilizadora eres siempre Cata! Leerte y escucharte es un placer. Me ha encantado el post y lo pienso releer cada vez que lo necesite.
Desde luego que es un gran cambio, y aunque parezca que se han adaptado bien, porque no han llorado y están muy contentos al ir, son muy pequeños y sensibles a los cambios, además se encuentran sin sus personas de referencia. Y tienes toda la razón, con mamá pueden desahogarse…
Gracias! Muacks!!
A mi las rabietas me han pasado, con la grande y con los pequeños pero yo no he podido día lugar con ellos se cerraban en banda hasta llegar incluso a cerrar nos el colegio.
Así que como eran muy seguidas opté por decirle que me iba a casa que si quería que viniese si no ahí se quedaba, con esa frase se acabaron las rabietas del colé, se cayó se levantó del suelo y nos fuimos.
Desde entonces no lo ha vuelto a hacer.
Efectivamente, cuando son pequeños, necesitan de sus padres para regular las emociones que sienten. Ir al colegio, implica que pasan varias horas sin ver a sus padres por lo que el llanto, puede ser una forma de exteriorizar lo que han sentido a lo largo del día. El llanto no tenemos por qué entenderlo sólo en sentido de que les ha sucedido nada negativo, pues también puede ser una forma de expresar sus emociones, de decir que nos han echado en falta… El hecho de recogerles con muestras de afecto siempre ayuda.