Tengo miedo mamá!- Dice ElPeque
Y yo también… – Digo en mi mente mientras él me abraza.
Mamá también siente miedo…
Mamá también tiene pesadillas que la despiertan a mitad de la noche.
Mamá también quisiera meterse bajo la manta y sentir un abrazo fuerte y reconfortante.
Mamá también siente temor de no estar bien.
Mamá también teme a la incertidumbre de una respuesta.
Mamá también quiere que alguien le diga que todo va a salir bien, que no hay que temer.
Mamá también tiene miedo…
Mamá también tiene miedo de no estar,
Mamá también tiene miedo de no poder estar,
Mamá tiene mucho miedo de dejar de estar.
La vida es frágil y fugaz, pero una madre quisiera ser omnipresente y longeva, para poder acunar los sueños, los éxitos y los fracasos de sus hijos. Para poder ser testigo, arte y parte del mágico devenir de la vida. Para poder secar lágrimas o dar consejos o simplemente tomar una mano y ser sólo oídos y dar amor y comprensión. Y ese es el mayor miedo de mamá, no estar ahí cuando tu o tu hermano me necesitéis o queraís que yo esté.
Se que nadie es imprescindible y que si llegasemos a faltar tu padre o yo, igual tu y tu hermano saldríais adelante, porque sé que hemos sembrado buenas bases hasta ahora. Confío en ti y en tu hemano mayor; confío en el trabajo que hemos hecho como padres; confío en que los valores sobre los cuales se ha construido nuestra familia estarán ahí, así alguno de nosotros llegase a faltar.
Pero me aterroriza la sola idea de no poder estar a tu lado y al de tu hermano; de no poder verte crecer, de perderme algún momento importante de tu vida y de la de tu hermano. Hasta hoy he estado presente en todos y cada uno de los momentos de la vida de los dos, aunque últimamente las circunstancias de la vida me han hecho perderme de dos eventos importantes: tu primera presentación de clase de éste curso, y la caída de tu primer diente… y no sabes el dolor que me produce el habermelos perdido… Por eso me horroriza la sola idea de dejar de estar.
Mamá también sabe que el miedo no la puede paralizar, pero no sabe cómo hacerlo… tal vez si meto todos mis miedos en esa cajita come-miedos, junto a ti, tal vez sea capaz de no seguir sintiendo miedo y de que tu tampoco lo tengas.
Hay que darle la vuelta al miedo, escribía yo hace algunos años, y hoy me lo repito. No hay que tener miedo de sentir miedo, pero tampoco se puede dejar al miedo apoderarse de la mente. No se le puede dar ese poder al miedo… No. Hay que aceptar las cosas como vengan y tomar las riendas de las situaciones, sin más… enfrentando cada día a la vez. Como lo hemos hecho antes, y como lo seguiremos haciendo.
Hay que tomar ese miedo y transformarlo en energía para luchar día a día y solventar cualquier obstáculo, por duro y difícil que se pueda presentar. Porque la vida son momentos, es eso que se vive hoy y ahora…
Así que… No hay nada que temer…! La vida es sabia, y hay que confiar más en ella.
Mamá también es humana, y por ello tiene miedo. Pero es sabia y muy, muy fuerte, por eso sabe que el miedo no la va a paralizar, que va a arrasar, contra viento y marea, como siempre. Y mamá debe recordar que no está sola, que cuando el miedo haga de las suyas, solo tiene que silbar, para recibir esas fuerzas que cree haber perdido.
Los miedos nos hacen reales, pero como bien dices… ¡No vamos a darles poder!
Que terribles los miedos que aparecen a raíz de ser madre.
Pero no podemos dejar que nos dominen!
Fuerza y a disfrutar de cada segundo.
Me ha encantado el post.