Déjame ser…

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Déjame ser un niño, no un pequeño adulto

Mírame bien, soy sólo un niño.

Lo que me gusta es correr y jugar mucho, y de vez en cuando pegar uno que otro chillido, ¿sabes? de esos como los de Kung Fu Panda o los niños del salvaje oeste, que ni sé qué es o dónde queda, pero gritan así: aaaoooaaaa! Y no lo hago por fastidiarte, ni mucho menos. Deberías probar eso de gritar por jugar, tal vez así gritarías menos cuando te enfadas. 

Me gusta poder hacer lo que quiero, y no siempre me dejas. Y no me parece justo, porque tu si haces lo que quieres cuando quieres. Hay veces que quiero jugar contigo y tu me dices que no tienes tiempo, y otras veces quiero jugar solo y me dices que no, que es hora de irnos, que no hay tiempo para más juegos. ¿Por qué? Eso del tiempo no lo entiendo, a veces hay, otras veces no hay, otras veces hay para otras cosas que no son lo que quiero, y otras veces, muy pocas, si hay para mi. ¿Cómo hago para que haya más tiempo para hacer lo que a mi me gusta, y hacerlo contigo?

No soy lento, solo es que hago las cosas a mi propio ritmo.
Mientras que para ti es importante hacer las cosas de un modo,
para mi es importante detenerme en cada instante.
¿Sabes que hoy descubrí que si te pones los pantalones con las piernas en alto y metes las dos piernas al mismo tiempo y los dejas resbalar, es más fácil que hacerlo de pie como tu lo haces?. No entiendo cómo no te caes.
Y no, no estaba jugando, estaba vistiéndome, te lo prometo. 

Cuando me siento enfadado porque algo no ha salido como yo quería, me pongo a llorar y a veces a gritar, y monto lo que tu llamas «pataleta»; pero no es porque quiera que te enfades, o quiera molestarte, ni mucho menos manipularte (ni siquiera sé lo que eso significa, no te olvides que soy pequeño y hay muchas cosas de adultos que yo no comprendo) o que me compres algo, o porque quiera salirme con la mía, no, es porque necesito que me ayudes a entender mi enfado, a valorar lo que siento; y me ayudes a gestionarlo como tú lo haces, y que me expliques qué es eso de las frustraciones y cómo puedo manejarlas. Recuerda, soy sólo un niño, y muchas de estas cosas no las he aprendido aún. 

No pretendo molestar, tal vez si llamar tu atención, pero eso es sólo porque me gusta mucho que pases tiempo conmigo, que me cuentes cosas, que me expliques otras; por ejemplo quiero que me ayudes a desarmar ese viejo radio para que me puedas contar cómo funciona. No es que quiera dañar las cosas, es que simplemente quiero saber cómo funcionan, y si me ayudas, juntos podemos después volverlas a armar. 

A veces cuando te enfadas conmigo, no lo entiendo. No sé que he hecho mal o porqué el enfado. Me gustaría que me lo explicaras, pero con paciencia, esa misma que le tienes al abuelo cuando hablas por teléfono con él. Puede que si me explicas y me enseñas en lugar de regañarme, pueda aprender a hacer las cosas del modo correcto, o puede que no, puede que necesite que me las expliques muchas veces, tantas veces, tantísimas veces, porque sabes… me encanta estar contigo y ver que me prestas atención.

Quiero aprender a hacer las cosas por mi mismo, y quiero que me enseñes no que las hagas por mi; ¿sabes?, cuando te alteras porque no logro hacer las cosas como tu esperarías que yo las hiciera, es decir como «un mayor» y decides hacerlas en mi lugar, me siento muy mal, y me doy cuenta de que no soy bueno, que no soy capaz. Sólo necesito que tu creas en mi, que me tengas paciencia y que me ayudes a ser capaz de lo que puedo hacer. 

En la tarde noche, cuando estoy muy cansado puede que no me dé cuenta de ello, pero me pongo muy nervioso y cualquier cosa me pone más nervioso aún; por favor, ayúdame a calmarme, no me grites, no te enfades conmigo, recuerda que yo no entiendo eso del tiempo; no pretendo molestarte ni hago las cosas por irritarte; simplemente, no sé cómo entender que estoy cansado… no me gusta irme a dormir, porque me gusta estar contigo, con mis juguetes, con mi hermano, pero no sé cómo parar, tampoco sé cómo darme cuenta de que es hora de parar, así que por favor, ayúdame en lugar de enfadarte. Tú eres una persona mayor, tu debes saber cómo. Enséñame.  

Enséñame con paciencia, con amor, pero sobretodo enséñame como lo que soy, un niño, y no me pidas que piense o actúe como tu, como un adulto, porque no lo soy… déjame ser el niño que soy. 

¿Cuantas veces pedimos a nuestros pequeños que actúen, reaccionen o piensen como adultos? Es tal vez uno de los errores más comunes en la crianza y la educación de los hijos, al igual que en las aulas, creer que nuestros hijos, nuestros niños y niñas son pequeños adultos… no perdamos la perspectiva y no dejemos de verlos como los niños que son, empaticemos con ellos, pongámonos a su nivel, validemos sus emociones y respetémoslas, al fin y al cabo, nosotros somos los adultos, esos de referencia.

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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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7 Comentarios

  1. Un ejercicio muy bonito de empatia he retrocedido unos cuantos años atras y me he puesto en el lugar del niño lo has relejado muy bien. Estoy de acuerdo pero a veces es que son tantas cosas que uno ya pierde sin querer los nervios. Muy chuli tu blog. Bss

  2. Precioso, Cata. Ya sabes que suscribo cada una de tus palabras. Si todos fuéramos capaces de hacer ese ejercicio de empatía real y ponernos, literalmente, en su piel, otro gallo cantaría… Quizá, solo quizá, daría lugar a menos adultos rotos.
    Siento pasarme tan poco por aquí… Ya sabes mi desconexión blogueril 😉

  3. hola, hoy me puse a pensar en cada una de mis reacciones ante mi hija,esas que yo llamo corregir pero me di cuenta que cada ves lo que hago es hacerla entristecer y no la corrijo. Estuve buscando en internet y pude llegar a esta pagina, muchas gracias por tan linda lectura, se que me ayudare mucho en entenderla .

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