Feliz día papá – al padre de mis hijos!

Hoy no sabía si escribir o no (ya había dicho que los festivos y domingos éste espacio y todas sus redes asociadas estarían fuera de línea, por esa cosa que llamamos conciliación), pero no quería tampoco dejar pasar éste día sin rendir un homenaje al padre de mis hijos y de paso a todos los demás padres, co-fundadores de nuestros hijos y socios de nuestros sueños. (El homenaje es el del link)

Éstos últimos meses han sido bastantes complicados para todos nosotros, no sólo el tema de mi salud y la crisis española que cada vez nos aprieta más, sino también a nivel familiar. Pero éste hombre con el cual decidí compartir mi vida, fundar una familia y sacar adelante un proyecto conjunto, me ha demostrado su tenacidad, fortaleza interior y saber estar.

Tiene siempre una sonrisa dispuesta para sus hijos, a pesar de que por dentro los problemas y las decepciones le estén minando el corazón. Se levanta todos los días con el mismo entusiasmo del primer día de trabajo, para cumplir, porque sabe que de él depende en gran medida el sostén económico de su familia, el futuro de sus hijos – por el cual hace todo tipo de sacrificios y renuncias-, porque para él garantizar una educación de calidad para sus dos hijos, es lo más importante, y está dispuesto a seguir apretándose y a seguir estirando el presupuesto, a seguir haciendo sacrificios, con tal de cumplirlo.

No tiene vicio alguno, más allá de pasar tiempo con sus hijos. Su familia son para él su motor de vida y su fuente de inspiración. Es un hombre que ejerce a conciencia su paternidad activa y que ha ido creciendo como padre a medida que han crecido sus hijos. 

Se merece todo nuestro amor, respeto y admiración, porque para él no existe nada en la vida más importante que sus hijos; en su corazón nunca habrá cabida para el rencor, porque por encima de todo él no juzga, no critica, y calla en lugar de embestir – su filosofía de vida «es mejor callar que discutir, no todas las batallas merecen ser vencidas, la paz interior es más importante»-. Todo un gran caballero, como diría mi abuela.

No deja que sus problemas, ni que la crisis económica abatan su ánimo; y es que su carácter fuerte y estoico le sirven de barrera para evitar que sus hijos sean salpicados por sus problemas; es admirable que a pesar de estarse derrumbando por dentro, a pesar de sentir desgarro en su corazón, sea capaz de sacar alientos y ánimos para estar con sus hijos en «mindfulness».

Esto es algo que hace años me desesperaba, pero que ahora que las cosas realmente se han puesto feas, admiro, y quiero aprender… No es necesario que nuestros hijos se vean directamente afectados por problemas ajenos a ellos, y no es necesario «empañar los días grises con ánimos sombríos»… 

Y esto realmente hace que «me quite el sombrero y me incline ante él» ante su grandeza como ser humano, ante su nobleza, ante su fortaleza e incluso ante su estoicismo. (y ante su guapura, también …jeje)