Pues aquí estoy también yo dando mi opinión por petición de algunas amigas. Que sepan ustedes que no me gusta entrar en los debates que se caldean en las redes sociales porque por lo general responden al calor del momento. Pero en esta ocasión es diferente, no se trata de un malestar de la blogesfera maternopaternal solamente, aquí estamos hablando de cosas que a priori no se ven, pero están ahí… presentes, entre líneas.
Por si aún existe alguien por ahí que no sepa de que va el tema, les aconsejo que lean el artículo muy bien contrastado de el periódico ABC o hagan la búsqueda «Informe Doulas». Total y en resumen no se trata más que de el grito al unísono de un colectivo que se ha visto amenazado por las practicas de otro colectivo que bien podría no existir, pero que responde a un vacío de la sociedad, a una necesidad intrínseca del ser humano: el acompañamiento.
¿Que si deben o no existir las Doulas?
Yo diría que dadas las circunstancias actuales y el nuevo modelo social en el que las familias son cada vez menos cercanas (tanto física como emocionalmente), que las mujeres estamos cada vez más desconectadas de nuestra capacidad de maternar (años de tener que escuchar que el parto es doloroso, que mejor la epidural, que no tienes porque sufrir, que una cesárea programada es ideal para todos -sobretodo para el médico- que todo lo que necesitas está a portada de tarjeta de crédito: cuna, arrullador, biberones, calientabiberones, pastillas para interrumpir tu lactancia, porque claro… si no puedes dar de lactar no pasa nada, que mejor hacerte una ecografía en 4D cada dos meses así puedes «conectar» con tu bebé y saber cómo es… en fin) que el desmesurado flujo e influjo de información en lugar de dejarnos las cosas más claras a veces nos produce mayor incertidumbre, más dudas, mas miedos… y que dadas las actuales circunstancias, de soledad de soledades en las que solemos encontrarnos las madres gestantes y los padres acompañantes… SI, menos mal existen!
Según el Informe Doula, éstas han surgido debido a un «vacío legal que permite que personas sin la formación sanitaria acompañen a las mujeres gestantes e intervenir». Yo aquí haría una puntualización… el vacío no es legal, no… el vacío es social!
Que si las matronas tienen en su deber y haber el acompañamiento y por eso hay intrusión en las funciones, no lo voy a negar que pueda llegar a ser así; pero si las matronas realmente hicieran ese trabajo de acompañamiento durante la gestación, el parto y el puerperio, permanente, cercano, directo y personalizado que las gestantes merecemos y deseamos, entonces muy seguramente la figura de las Doulas no sería necesaria ni accesoria.
Aquí lo que debería preocupar a la sociedad no es si hay o no prácticas «caníbales por proponer la placentofagia» o si son sectas que hacen rituales, porque no se trata de una cacería de brujas, que esas creía yo eran propias de los siglos del oscurantismo.. (ah pero se me olvidaba que parece ser que en paralelo a la nueva era o Era de Acuario hay una Era del Nuevo Oscurantismo que ve como amenaza cualquier cosa que no esté escrita y regida por unas normas del siglo pasado o más…) No, nada de eso debería preocuparnos, lo que nos debería estar ocupando en estos momentos es saber qué pasó con la Red de apoyo familiar o tribal, qué estamos haciendo como sociedad para acompañar a estas madres solas, llenas de temores, de angustias, de dudas… y entonces tal vez encontremos que en cierta medida todos podríamos ser ese apoyo… no sólo las Doulas o las matronas.
Y es que en éste país todo lo que tenga que ver con «Parto respetado», «Lactancia Materna», «Empoderamiento de la maternidad» o «Aborto» enciende las alarmas… Curioso, que todo lo que esté relacionado con la libertad de decisión de las mujeres sobre su propio cuerpo de inmediato es asumido como una afrenta al sistema en general y motivo de polémica y ataque leguleyo (uy… no muy lejos de lo que sucede en África con la MGF) que miedo!!!
Hago ahora un inciso… mi experiencia con las matronas de éste país ha sido más que lamentable. De las 8 o 9 que me vieron durante el embarazo y las dos del parto, no hubo una sola que me mirara a los ojos, que me tomara de la mano, que se preocupara por mi o por mi marido, todo lo contrario, a mi pobre marido siempre lo sacaban de la sala… y el matrosaurio que me hizo un tacto en la semana 37 sin mi consentimiento y que me produjo hasta un pequeño sangrado, y que al yo quejarme me dijo (textualmente) – No se queje, que el agujero ya lo trae de casa! ... le deseo un buen retiro… porque es un monstruo que no debería ejercer una profesión tan noble que requiere mucho más que una formación sanitaria… una formación humanística: porque no somos ganado! somos personas que merecemos mucha consideración!.
Estoy completamente de acuerdo (por cierto
Vaya cabronazo el "matrosaurio"!!!!).
Lo que no me gusta es que las doulas asuman el hacer el mismo trabajo de las asesoras de lactancia cuando no están preparadas.. Es el único tema que me corroe a mi (igualmente creo que las enfermeras de los hospitales y las pediatras deberían también poseer título de asesoras puesto a que ni te miran que tengas el niño bien cogido ni nada… -para ellos- una vez nace lo importante es solamente el pequeño, no la madre!.
En cuanto a lo de comer la placenta.. Vaya tonterías dicen! Una gran cantidad de animales se la comen ya que contiene tantas vitaminas, y sobretodo hierro que es necesario tras el parto, que ayuda en la recuperación de la madre! Más preocupante me parece que sí que se use placenta (no quieras saber de donde) para cosméticos.
Yo, tuve un estupendo parto en casa y mis comadronas (no una doula) me propusieron de antemano el darme placenta con zumo de naranja ya que era tan bueno para el cuerpo. Acepté y porque me dió pereza ir haciéndomelo yo, porque dos años después la placenta sigue en la nevera de casa mis padres. Al final decidí que le daría otra utilidad, la de dar vida a un árbol.
Cuanta tontería hay en el mundo y qué mal se hace todo…
Que fortuna tu parto!!! Que bien. Y estoy de acuerdo contigo en lo del asesoramiento a la lactancia: todo el personal sanitario y de acompañamiento debería estar preparado y formado para asesorar y facilitar el establecimiento de la lactancia materna.
Y lo de la placenta, la verdad es que me pareció instrumentalización mediática, sólo eso.
Totalmente de acuerdo contigo, la necesidad de crear piña, de sentirnos acompañadas y respetadas durante el embarazo y el parto es esencial. Para mí la figura de las doulas es más que necesaria, en mi caso no pude permitirme tener una doula, pero tuve la suerte de contar con dos grandes matronas que se volcaron desde el comienzo del embarazo y mas tarde durante el parto. Un abrazo
No sé si sean o no necesarias Laura, la verdad es que lo que veo aquí es que estamos muy solas… en general, y la soledad de una madre afecta directamente el bienestar de los niños. Has tenido suerte que tus matronas si cumplieron a cabalidad con sus funciones y que seguramente has tenido también un buen apoyo familiar.
Un abrazo
Ains vaya la que se ha montado con las doulas. yo no veo intrusismo por ningún lado. Las doulas acompañan en un parto, cosa que en un hospital no hacen, se dedican a la medicina estricta y se olvidan del trato humano tan necesario en esos momentos.
Las doulas han estado siempre, lo de parir en el hospital es relativamente nuevo, antiguamente se paría en casa…
Pero es lo que dices, basta que la mujer decida algo, para que se le tache de bruja. Cuanto tiene que cambiar la sociedad aún….
Un beso!
No entiendo a qué viene la polémica, pero me gusta mucho esa foto. ¿Eres tu?
Que gilipollas esa persona al decirte eso, no???? Pues a mi me pasa igual. En mi embarazo no conocí a ninguna matrona. Mi ginecólogo obstetra, hacia todo el trabajo y ojalá hubiera estado sola con él y mi marido en el parto. La matrona que estuvo esa noche, que tenía que ser dura, pero feliz, acabó siendo una bruja sin sentimiento que me llamó mentirosa, me dijo que no gritara (cuando solo estaba soltando aire, durante una contracción, haciendo el típico Ommmmmm, para meditar), me dijo que no me quejara tanto, porque seguro que no me había quejado cuando hicimos a nuestra pequeña y cosas peores.
Durante el embarazo estuve muy acompañada, tanto de mis padres, suegros como de mi marido y mi médico. En el parto, quitando a esta cromañón estúpida que me lo hizo pasar fatal, solo hay que leer mi crónica del parto, estuve bien y a gusto. El problema fue después. Después del parto, cuando llegué a casa me sentí sola y desamparada, lo pasé mal durante las primeras semanas y creo que una doula me habría podido acompañar en esos momentos. Algo que no hacen las matronas, por mucho que digan. Porque ellas no están ahí, cuando tu hija no quiere cogerse al pecho, cuando no para de llorar y no sabes qué tiene, cuando te sientes fatal por los puntos y te sientes desbordada con todo lo que está pasando.
Para mi una doula es necesaria. Necesaria para estar a nuestro lado y darnos el apoyo que necesitamos en momentos de mayor delicadeza. Puede que alguna sea una loca que quiera que lo tengas en casa y te comas la placenta, pero las pocas doulas que conozcon son excelentísimas personas, y ojalá las hubiera conocido antes.
Saludos
La verdad, me da mucha pena que hayas tenido esa experiencia con las matronas; la mía es totalmente opuesta. Durante mi embarazo me vieron dos matronas y las dos fueron excelentes profesionales con un trato cercano qu eme hicieron sentir muy cómoda, segura y en buenas manos. Respondieron a todas mis preguntas sin cansancio y me recibieron todas las veces que hizo falta (y a mi marido también).
En el parto tengo un buenísimo recuerdo de la matrona y la residente que le atendieron. Fue un parto complicado (terminó en cesárea) y ambas estuvieron a mi lado en todo momento tranquilizándome, ayudándome y con mucho cariño. Incluso después del parto vinieron a mi habitación a ver qué tal estábamos mi pipiolillo y yo.
No creo que se pueda generalizar la (fría) conducta de una matrona diciendo que todas son así, porque ni mucho menos.
Respecto al Informe Doulas no he tenido oportunidad de leerle pero creo que lo polémico de este tipo de figuras no es que acompañen o no (es más, si la mujer prefiere estar acompañada por una Doula en vez de por su marido u otro familiar más cercano, pues bien por ella), sino que va acompañado de un gran intrusismo.
Y sí, es intrusismo. ¿Habéis visto Bebé a Bordo y los consejos que en ese programa dan doulas? Porque no sé si lo sabéis, pero las doulas no tienen formación para poder hacer esto, y las matronas sí.
Y no, yo no soy matrona… Pero creo que el intrusismo es el gran mal de la sociedad.
Feliz día!
Yo he tenido una experiencia muy buena con las matronas que me han atendido, que como te pasó a ti, en cada revisión eran diferentes. Sólo tuve a una bestia parda que me practicó una maniobra de Hamilton a traición cuando ya había pasado de la semana 41. Me hizo tanto daño que se me escapó el daño y mi marido se preocupó porque yo no soy de quejarme porque sí. Así es que la señora no tuvo otra cosa que decirme "pues si esto te ha dolido no sabes lo que te espera". Oye, pues a pesar de ser un parto inducido no guardo tan mal recuerdo de él como de aquella visita con ella. Por lo demás, el resto han sido encantadoras y de mucha ayuda. Yo no recurriría a los servicios de una doula porque confío en mi marido y en mi madre, pero si sirven de ayuda a mujeres que se encuentran más solas en este asunto de la maternidad, no creo que hagan daño a nadie, siempre y cuando no pongan en entredicho el trabajo de los profesionales sanitarios. Porque a fin de cuentas una doula no tiene formación para hacer diagnósticos.
Menudo artículo bueno, me ha encantado. Yo soy matrona y doula y entiendo perfectamente lo que estás contando. He tenido dos hijos y en ambas ocasiones conté con la ayuda de dos doulas, tampoco me convencieron las matronas que me tocaron…eso sí, la segunda la pari en mi casa tan a gusto y la matrona vino a una hora de que llegara mi hija, sublime. Con lo único que no estoy de acuerdo es con las pocas doulas que hacen labores sanitarias y que ponen en riesgo la salud de la madre y del bebé, además de su trabajo. Que un parto si va bien solo hay que poner las manos, pero si va mal, mejor tener una persona muy bien formada para atender emergencias.