Qué aún ni me lo creo, yo que reniego de la tercera en discordia a más no poder (la plancha, digo), que me he declarado en huelga casi que permanente (salvo en los meses de invierno porque hay que ir mejor presentados, ya que esas cosas como camisas, corbatas, faldas, vestidos y pantalones de colegio no se ven bien todos arrugados), recibo una propuesta para morirme de risa:
Los de Rowenta me envían un mail ofreciéndome una prueba de producto: «Le enviaremos el producto a su casa, un centro de planchado (ROWENTA DG8960 SILENCE STEAM) para que pueda utilizarlo y contarnos su experiencia»(*) – ¿Un centro de planchado a una que prácticamente odia planchar?, parecía un chiste.
Cuando le respondí a la señora que si estaba segura, que la plancha y yo teníamos una relación de discordia total, que mirara mi timeline de twitter y mis posts, que eso de planchar no iba conmigo (es más que aquí el que más plancha es ElPadre sus propias camisas cuando la chica que nos da una mano no alcanza y las de los niños nos las hacemos a turnos, por esas cosas de casa que llamamos corresponsabilidad), entonces me lo propuso como un reto! jeje.. y heme aquí contando mi experiencia.
Primero que todo tengo que confesar alto y claro que la primera vez que escuché hablar de «centros de planchado» fue en Viena hace sólo 5 años cuando fui a visitar a mi amiga Nana y me mostró un mueble que resultó ser justo eso; ella me contó que su suegra se los había regalado a modo de indirecta para que dejara de llevarle las camisas de su marido (hijo) para planchar; recuerdo que el único comentario de mi amiga al respecto fue algo así como que «un centro de planchado es mucho más que una simple plancha, y que solo cuando lo probara lo iba a entender» – y yo en ese momento pensé que mi amiga se había dejado seducir también en lo doméstico por su familia política austrohúngara.
Para mi la plancha era simplemente un aparato que alisa la ropa, y que desde luego mejor si tiraba algo de vapor, para poder suavizar las arrugas (desde luego entiendo que hayan evolucionado) pero hasta ahí llegaba mi conocimiento. Llevo 7 años con la misma plancha a vapor y la verdad es que no me había quejado de ella más de lo que me hubiera quejado de cualquier otra de su genero – en definitiva no me gusta planchar, así que qué mas me daba, con que funcionara ya me bastaba.
Eso si, me parecía bastante aburrido tener que estar llenando el depósito de la plancha cada dos o tres camisas, según lo arrugada que estuviera la prenda; a mi marido es algo que también le fastidiaba bastante, ya que él es de los que plancha además con el vapor a máxima potencia, dice que así se alisa mejor. (y vaya si tenía razón…jeje)
Resulta que existen diferentes tipos de sistemas de planchado, que una plancha es sólo uno de ellos y que no es para nada eficiente sobre todo por la potencia de vapor y por la capacidad (eso ya lo habíamos notado, jejeje); que luego están los mal llamados «generadores de vapor» y los verdaderos «generadores de vapor de alta presión», casi como los que se usan a modo profesional en las tintorerías y lavanderías.
Es importante entender que un generador de vapor para que sea de alta presión y pueda ser considerado como un verdadero centro de planchado, como el Rowenta Silent Steam que hemos probado, debe cumplir con las siguientes características clave:
- La producción de vapor de alta presión debe ser gracias a una caldera en la unidad de base independiente (como una mini olla a presión), y no en la plancha, como sucede con otros sistemas; por eso estos son más pesados (Algo más de 3 kgs),
- Tienen un depósito de agua grande e independiente.
- Los auténticos generadores de vapor a alta presión tienen una tapa visible en el lado (utilizada como colector de cal, aclarado de cal, etc.) para el mantenimiento de la cal, y por lo tal y no requieren filtros
- Los bares hacen referencia a la presión del vapor y no a la presión del agua.
El vapor a presión que genera éste centro de planchado (que se mide en bares, con un máximo hasta de 6,5) es lo que ayuda a tener resultados casi profesionales, ya que penetra en profundidad en las fibras de la tela, aflojando el tejido y permitiendo alisarlo todo en tiempo record! – a mi ha sido sin lugar a dudas lo qué más me ha sorprendido
Lo que más nos has gustado del centro de planchado Rowenta Silent Steam:
- Basta una pasada con el mando de vapor para eliminar la mayoría de las arrugas. Una sola pasada!!!! Y, como dice mi marido: «- y sin tener que hacer fuerza»
- No chorrea agua! La plancha que teníamos cada vez que se llenaba el depósito y mientras se calentaba para producir vapor, echaba agua, con las posibles respectivas manchas.
- El deposito de agua dura y dura! Para la prueba hemos planchado con todo el depósito 6 camisas y una blusa mías y no tuvimos que llenar de nuevo. Es decir, un planchado ininterrumpido y eso que estábamos apenas probando. Seguro que cuando le cojamos el pulso nos durará más!
- Tiempo, tiempo… hemos planchado en tiempo record! y esto para mi y mi marido es oro…
- Y un detalle del diseño que me ha encantado, es el compartimiento guardacable, no es de retracción automática como los de las aspiradoras pero el hecho de que el cable no quede por ahí colgando, me ha gustado.
Lo que menos nos ha gustado ha sido el tamaño y el peso, pero desde que hemos entendido que a diferencia con otros sistemas, para poder generar el vapor a alta presión se necesita una caladera y todo eso, podemos vivir con el peso, y en cuanto al tamaño, pues acordándome del de mi amiga Nana, que venía con todo y mueble, creo que está bien de tamaño. Cabe aclarar que el peso de la plancha del centro de planchado es inferior al de la plancha que teníamos.
Sigo teniendo mis reservas con la tarea en sí, pero les tengo que confesar que desde que he comprobado por mi misma que existen otros modos más eficientes y rápidos de hacer una tarea tan aburrida como planchar he aceptado a la tercera en discordia con su vestido de gala como una mas de la familia! Les doy mi palabra… mejor dicho, mi amiga Nana tenía toda la razón!
Nosotros tuvimos un centro de planchado y acabamos quitándole… Para mí nos ofrecía lo mismo que nuestra plancha actual pero ocupando muchísimo más espacio! Supongo que será cuestión de experiencias…
Feliz día!
Pues si era como el de mi amiga Nana, te entiendo perfectamente. El tamaño es uno de los peros que le he puesto al que hemos probado, pero te digo que ocupa en volumen sólo un poco más que la plancha convencional y mucho menos que el centro de planchado ese que viene con mueble y todo.
Yo tengo la Rowenta Eco Intelligence desde hace un par de años y estoy encantada. No hay arruga que se le resista y es mucho más rápido y cómodo que con una plancha convencional.
El único inconveniente es que es un poco "bulto", pero lo compensa con creces.
Tienes razón en todo!!! Lo he comprobado… y lo del bulto, nosotros finalmente le hemos encontrado un lugar para guardarla en la parte baja de un armario, así que lo del "bulto", digamos, ya está superado. Gracias por compartir tu experiencia. Un saludo
¡Ay Cata! Yo lo quiero. A mí antes no me importaba planchar, pero con la porquería de aparato que tenemos en casa (no quiero comprar otro porque aún funciona) es un suplicio. Creo que gasto más calorías planchando que si fuese al gimnasio. Y nunca me queda nada completamente liso y sin arrugas. Además, parece que va soltando pequeña arenisca de cal y la ropa oscura da la sensación de que la hubiésemos manchado a conciencia con una tiza. Para esto prefiero no planchar. Pero este centro de planchado, que dices que con una sola pasada lo soluciona casi todo ¡igual me devolvería mi amor por esta tarea! Que mi madre me tiene como loca por no planchar la ropa de mi bichilla y llevarla siempre arrugada.
Pues ya sabes!!! como eres de las mías, te lo digo con toda franqueza: merece la pena la inversión, por la paz y tranquilidad de todos en casa, jejejeje. No en serio, que ahora porque la bichilla va creciendo y no todos los vestiditos los podrás alisar con la mano, jejeje! Un abrazo (dile a tu madre que te eche un cable y haces colecta familiar, jejeje). Un abrazote
Ay! Odio planchar con toda mi alma. Esta semana y la pasada le ha tocado hacerlo a mi pobre Papá en Prácticas, que también lo odia. Siempre he querido probar una de estas por si facilitaba la tarea… aunque no sé si nuestra torpeza lo permitiría XD
Pues mira tu que #ElPadre es medio desastre para planchar y es el que más encantado está! ya con eso te lo digo todo. Un abrazo guapa
Como te decía en Facebook, no placho porque no compro ropa que se planche, pero mato por los centros de planchado 🙂
Eso es lo más divertido que me han comentado, jejeje… de verdad lo que te decía, cuando quieras y vengas por Madrid, ya sabes! Un abrazo linda