Ya pasado el frenesí de la Nochebuena y la Navidad entramos en un periodo de tensa calma que precede a la llegada de los Reyes Magos; esto, como ya he contado en otras ocasiones es una de «esas cosas que hemos adaptado» para no sentirnos como «peces fuera del agua», porque no hacía parte de nuestras tradiciones navideñas; lo que sí fueron convirtiéndose con el pasar de los años en una tradición muy mía (y ahora de mi familia – hijos y marido), son los rituales para preparar la llegada del Año Nuevo.
No hablo de rituales mágicos ni de conjuros, ni nada por el estilo, hablo de una serie de acciones que realizo para preparar mi mente y mi casa para la llegada del nuevo año; como dice la wikipedia: «Un ritual es una serie de acciones, realizadas principalmente por su valor simbólico. Son acciones que están basadas en alguna creencia, ya sea una religión, una ideología política, un acto deportivo, las tradiciones, los recuerdos o la memoria histórica de una comunidad, etc.»
Culturalmente todos hemos realizado algún tipo de ritual durante la Noche Vieja, como por ejemplo comer las 12 uvas, o pedir 12 deseos o hacer un listado de 12 propósitos, y los más supersticiosos tienen en su haber una serie de ritos para atraer la buena fortuna, viajar más, encontrar el amor, mantener el amor, etc. En Colombia por ejemplo, es normal ver gente corriendo alrededor del bloque (o manzana) de su casa con una maleta después de las 12 campanadas para así viajar mucho durante el nuevo año (si es que a los colombianos eso de viajar nos encanta).
Para mi los rituales de preparación se inician desde días antes; lo primero es limpiar muy bien la casa, cada rincón, moviendo muebles (como la que se suele hacer con el cambio de estación en primavera); me gusta además aprovechar la limpieza para aromatizar los espacios utilizando velas y esencias como canela y lavanda. (Ahora que en el jardín tengo lavanda, pues la aprovecho más).Otra cosa es lavar los coches (este es aporte de ElPadre); ese día 31 en la mañana o el día anterior.
Al tiempo que hacemos esta limpieza aprovechamos para sacar todo lo que no se usa para regalarlo y lo que está roto y no se puede reparar para tirarlo. De esta forma hacemos que la energía fluya, que haya espacio para que entren cosas nuevas, y damos un nuevo aire a la casa. Me gustaría ser más radical con ésta parte de sacar cosas, a veces nos quedamos llenos de objetos inútiles que ocupan espacio por suponer algún valor sentimental o «por si acaso se llegan a necesitar»; en las mudanzas es cuando más suelen salir cosas, pero como uno no se muda cada año, aprovechamos la limpieza de fin de año para hacer una buena barrida. Me gusta que mis hijos también lo hagan y lo interioricen como un desapego a lo material, en el sentido de que las cosas materiales si no se les dan uso se convierten en lastres (y aquí tal vez si lo digo con un cierto sentido esotérico, jeje). Ayer por ejemplo estuvimos dedicados a organizar «el estudio» (nuestro salón de estar dónde está la TV y el ordenador) y aprovechamos para que los niños hicieran una selección de los DVD que ya no ven, para regalarlos (Tengo unos de Bob The Builder en inglés que si te interesan y vives en España te puedo hacer llegar)
La tercera parte de nuestro ritual de fin de año es tener toda la ropa limpia; ésta es una tarea que por cosas de la vida (y la no-corresponsabilidad en éste único ámbito en mi hogar) recae toda sobre mis hombros. Llevo desde ayer poniendo lavadoras, y sé que de aquí al 31 me quedarán al menos otras 6 coladas por hacer, pero es que me gusta que llegue el Año Nuevo con los cestos de la ropa sucia totalmente vacíos! Desde hace un par de años me dí por vencida en la tarea de tener toda la ropa planchada (además ya saben la tercera en discordia y yo tenemos una relación muy tirante – ella la plancha, jeje) y organizada en los armarios, así que me doy por bien servida si está al menos toda limpia. En lo que si me ayudan todos, sobre todo los niños es a seleccionar la ropa por tonalidades (si, soy de esas… de las que lava por colores) y luego a tender y a emparejar los calcetines.
La dos últimas coladas que suelo poner justo el 31 son las de la ropa de cama, ya que hace parte también del ritual de Año Nuevo el descansar en cama limpia… y de ser posible estrenando sábanas o al menos pijamas esa noche. Otra cosa que me gusta que estrenemos con el Año Nuevo son cepillos de dientes, además porque así me queda más fácil hacer el seguimiento del cambio cada tres meses que recomiendan los odontólogos. Así que el estreno es la cuarta parte del ritual.
La quinta parte del ritual de año nuevo es la que hacemos ese mismo día: darnos una ducha o baño bien largo y yo en mi caso hago una visualización de limpieza energética y entrada de luz (debo decir que el año pasado por las prisas por llegar pronto a la casa dónde nos habían invitado, no lo hice, así que éste año, tendrá que ser aún más profundo). Bien perfumados y bien arreglados, todos! Me encanta que nos vistamos de gala esa noche, así vayamos a estar solos los 4, es una fiesta y es una forma de agradecer a la vida por lo vivido (así este año haya sido lo que ha sido) y festejar con alegría lo que ha de venir.
Ya en la noche, no nos pueden faltar las copas con las doce uvas preparadas para el momento y un cuenco con lentejas (una adquisición de la tradición romana italiana de nuestros años viviendo allí) que se toman después del brindis de las 12 campanadas.
En resumen, como puedes ver nuestros rituales tiene una carga simbólica de limpieza, renovación energética y apertura a la fluidez. Y tu, ¿Qué rituales de fin de año y Año Nuevo tienes?
Uauu! Si que es todo un ritual
Me ha gustado lo de los cepillos de dientes, una buena manera de controlar cuando hay que cambiar
Nosotros este año hemos hecho limpieza con la llegada de medusitA, pero tb me parece bien lo que hacéis, que tendemos acumular mucho trasto
A mi tb me pasa lo de las lavadoras, no me gusta terminar el año con el cesto lleno, aunque este año… Haremos lo que podamos, que con la nueva vida de 4 es muy osado ahora tener todo como quiero! Aunque lo conseguiremos
Un abrazo fuerte
MTS yo tengo dos rituales:
– una lista de deseos para el año nuevo. 10 deseos para mi y para otros en un papel que quemo completamente
– guardo dinero en una caja q renuevo cada año para que tenga siempre suficiente para lo que quiero hacer en el año. Y me va fenomenal!!!
Me han encantado los tuyos, renovarse, desprenderse de lo que no vale y pureza. Feliz año!
¡Coincidimos en todooooooos! Este año voy atascada con las lavadoras pero aún estoy a tiempo, me encanta limpiar la casa de todo lo viejo, lo negativo, lo que ya no aporta. Cuando termino suelo encender incienso o palo santo. Y el baño tranquilo que no falte, añado muchas veces alguna esencia al agua. Nosotros además solemos escribir en un papel las cosas que queremos desechar y lo quemamos con una vela, en otro lo que queremos atraer y lo guardamos durante todo el año. En la familia de mi padre se ponía una cuerda en el salón, al dar la última campanada toda la familia se cogía de la mano y saltaba hacía el nuevo año, ¡me encantaban aquellos momentos. Un besazo y próspero 2015.
Me encantan tus rituales de fin de año!!
Te deseo a ti y a tu familia un 2015 maravilloso!!
Bss.