Ser AMA DE CASA era algo que ni me había planteado como opción de vida, es más nunca me imaginé llegar a serlo, ni mucho menos MADRE A TIEMPO COMPLETO, no, esos fueron galones que fui ganando con los años de matrimonio, acompañados desde luego de muchos otros títulos como «la esposa de» y «la madre de», que llevo con orgullo máximo (debo decir que lo hago por pura y dura aceptación …jejeje y sin acritud) aunque prefiero la titulación americana «Stay-in-working-mom» porque define TODO lo que hago hoy en día…
Por más de 15 años, así ni yo misma a veces me lo crea, fui una MUJER PROFESIONAL WORKOHOLICA tremenda… una odiosísima perfeccionista y amante del trabajo bien hecho y terminado a tiempo, fan furibunda de los brainstorming y los creative reviews y y adicta de la adrenalina de los deadlines… peeeeerooooo por fortuna vino él a salvarme, y a abrirme los ojos y a sacarme de mi mundo, a sacudirme las prioridades y a centrarme en otras cosas – y no no hablo de mi marido, aunque todo ha sido y será en parte culpa suya, jejeje – hablo del destino, ese que hizo que yo decidiera salir detrás de él -ahora si hablo de mi marido– en una aventura como mujer de expatriado – y acá otra aclaración: no hay nada de cierto en el viejo mito de que las mujeres de expatriados no tenemos más oficio que ir a la peluquería y tomar martinis o GTs con las esposas de los otros ejecutivos – que hizo que cambiara la adrenalina por paciencia y los deadlines por oficios varios de HCEO (cómo dice la grandiosa Desmadrosa, pero a mi me gusta más lo de executive que de financial… home chief executive officer).
Así bien, después de casi 8 años de matrimonio y 5 de expatriada y HCEO ya era además MADRE A TIEMPO COMPLETO… y ya aquí la paciencia y el tiempo empezaron a jugarme en contra… ya ver el fregadero lleno de platos después de la cena, o bien el cesto de la ropa por planchar aumentar de volumen progresiva y angustiosamente dejó de parecerme una mera situación, y entonces empezamos a tener serías discusiones con el socio…
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Foto: http://www.morguefile.com/creative/pippalou |
Él (y hablo de él, ElPadre) tampoco tenía una relación muy estable con las tareas domésticas, en parte por el tipo de educación que había recibido y en parte porque yo tampoco había necesitado realmente que él asumiera más de lo que a bien tenía asumido. Pero llegamos a un punto en que ni a él ni a mi nos parecía gracioso el tema del fregadero lleno de platos y tener que turnarnos todas las noches.
Aquí la corresponsabilidad en las tareas domésticas clamaba por encontrar un lugar en nuestro hogar, y por fortuna lo halló antes de que se llevara por delante nuestra relación, y vino en forma de «lavavajillas eléctrico»… ah! pero que maravilloso invento, y cómo era posible que nosotros hubiéramos como pareja sobrevivido antes de su aparición en nuestras vidas!!!
Aún no me lo explico. Si es que es tal vez el mejor invento del siglo XX, además de ahorrar agua y detergente, ahorra peleas y conflictos… ahora la máxima discusión era sobre a quién le tocaba poner el lavavajillas, disputa que se sanjó desde que decidimos intercalarnos noche si noche no para acostar a ElPeque; asi es que quien acuesta a ElPeque se libra en la noche de poner el lavavajillas… pero es que ya no es el cúmulo de platos, no, ahora simplemente a mesa recogida, platos directos a las bandejas y canastillas.
Llevamos un par de meses enseñando también a ElMayor a colocar las cosas entre el lavavajillas, porque no es que ese maravilloso invento lo haga todo por sí solo (ya quisiera mi marido) y yo soy una maníaca de seguir instrucciones (para algo las hacen, verdad?) y las cosas del lavavajillas hay que colocarlas con un cierto orden, no solo para que quepan más cosas (que es lo que más le importa a él – ElPadre) sino que queden de forma tal que sí se laven bien y no retengan agua (suena lógico, pero hay algunas cosas, que no entiendo yo si tienen que ver con el género o no, pero hay igual que explicarles a los chicos de casa), y se lo estamos enseñando como parte de las pequetareas que realice en casa… ya saben quienes me leen, esto de la corresponsabilidad empieza desde pequeños!.
En resumen, la llegada del lavavajillas de cierta forma nos ha salvado la relación familiar; las discusiones y los turnos por dejar el fregadero libre de trastos, se acabaron casi que por siempre… salvo los dos día que tuvimos el lavavajillas dañando (el pánico que nos entró a ambos era maravilloso— jejejej) y es que ya no podríamos vivir sin éste aparato, y que ha sido justamente lo que me ha inspirado a escribir éste post (por cierto, aprovecho para dar las gracias publicamente al limpiador Finish de lavavajillas, ya que fue lo que evito que tuvieramos que pagar un técnico, bastaron 4 aplicaciones y el atasco se fue- probado y comprobado). Hay cosas que ayudan a la estabilidad emocional del hogar, y otras que son INDISPENSABLES, jejeje!
Yo aún estoy esperando que se inventen un aparato que cumpla a cabalidad como el lavavajillas con el tema de Ella, la tercera en discordia……. porque aquí, señoras y señores… aún tenemos una tarea de corresponsabilidad en proceso… mi relación con la plancha (si ella es la tercera en discordia), bien da para otro (u otros) posts… y es que ella y yo tenemos una relación muy tirante (aunque respetuosa) yo no la uso y ella no me protesta, pero claro… esto sólo es válido durante los meses calurosos, porque luego desde el otoño que tanto ElPadre como la presente y los chicos tenemos que ir mejor presentados… pues ahí es cuando ella empieza a hacer más apariciones por casa, (mas de las que yo o mi marido quisiéramos). Pero dejémoslo para otra historia… que al fin y al cabo, ésta aún no tiene final feliz.
Y tu, ¿tienes algún ayudante extraordinario en casa del tipo electro-doméstico (nótese el guión… por aquello de dómestico, domesticable, adomesticado) que haya salvado la corresponsabilidad en tu hogar?
Yo no sabría vivir sin lavavajillas y con la plancha solo hay una solución: planchar lo mínimo imprescindible, y menos. Nosotros tenemos una chica que viene cada quince días a limpiar la casa, ella es nuestra imprescindible.
Verdad que no? yo no sé cómo logramos vivir tanto tiempo sin tener un lavavajillas… (bueno fueron realmente 5 años, pero….) Esa otra imprescindible de la que hablas también… la nuestra igual viene cada dos semanas, pero no le da el tiempo para planchar, así que por ahí no me libro.
Jajaja, ay, Cata, que no puedo parar de reírme dentro de la ironía que supone en electrodoméstico. Yo era anti lavavajillas, pero desde que reformamos la cocina, te aseguro que ha sido la mejor compra que hemos hecho. Las niñas también ayudan a poner los platos, la pastilla, a sacarlos… Es como una cadena. Y mira que no tengo quejas… Que mi marido pone la lavadora y plancha, pero todo sería más fácil si… no dejara la ropa tirada, si vieran un papel en el suelo (y en esto, meto a mis hijas también) y lo recogieran, si les importara ver una bola de suciedad en el suelo…
Necesito un robot aspirador. 😉
Ps Estás realmente guapa!!
jajaja… un robot aspirador! Qué chulo… una amiga mía lo compro y la verdad si que funciona de maravillas
podría entrar entre los ayudantes de corresponsabilidad. Y la foto … aclaro: es de hace 14 años, jejeje
jajaja buen post. te dire una cosa, el lavavajillas es cómodo si pero……odio recogerlo cuando ha acabado!!! y el papi tb, nos hacemos los locos hasta que uno no tiene más remedio y lo vacía jajaja
Yo odio todas y cada una de las tareas de casa :p Con el poco tiempo que tengo para crear, pintar, leer, cocinar, coser, inventar…….como para limpiar!! 😀
Lo hago por obligación y rápido , menos mal q mi señor esposo es más limpito y ordenado que yo
Vaya! pues algo tendremos que hacer… que igual las cosas hay que hacerlas, a ver si le ponemos algo divertido de por medio para que no te den tanta pereza… y enhorabuena por el buen padre, que un socio en estos casos es lo que es IMPRESCINDIBLE!
Nosotros renunciamos a todos nuestros regalos de Reyes el año pasado por estrenar lavavajillas. Si ya reyertábamos por recoger la cocina, con el nacimiento de la bichilla todo se agravó. Yo no estaba muy convencida (prefería fregar a mano y tener mis propios caprichos por navidad) pero después de casi un año con este invento en casa es que no entiendo cómo he podido sobrevivir 30 años sin él. En casa de mis padres tampoco había y creo que por eso no lo eché en falta. Este año, el papá de mi bichilla tiene el ojo echado a uno de esos robot que aspiran por sí solos ¡a lo mejor me dejo convencer otra vez!
Oléee que bien!!! otra más en común…jejeje yo la verdad es que después de descubrirla hace 9 años no entiendo cómo hacía antes!
Sobre el robot, veo que por aquí hay más de una que lo quiere… te animo! cualquier cosa que sea ayuda para la corresponsabilidad y darnos un poco más de tiempo para nosotros es tal vez la mejor inversión…. a mi no me vale por el tipo de suelo que tengo (es rústico en la planta baja) pero igual me lo pienso para la planta de arriba… jejeje
Nosotros nos quedamos sin lavavajillas hace unos meses, y sí, o nos planteamos comprar otro o nuestra relación corre peligro de ver volar platos sobre cabezas. Lo que echo de menos a mi pobre lavavajillas. Un abrazote.
aquí tienes a una que no tiene aún lavavajillas y… me temo que tardaré en tener uno porque no hay sitio en la cocina..jejejeje… estamos de alquiler y hasta que no nos cambiemos me toca esperar… pero bueno.. digamos que peleas pocas… mi marido hace la cena y recoge y yo friego… no está nada mal el cambio 😉
Jajajajaja, Cata trabajabas antes en publicidad? Pregunto por lo de workahólica, brainstorming, dead lines… me suenta conocido, jejeje. Yo soy fan del lavaplatos/lavavajillas y es verdad lo que dices, ese aparatito salva muchas cosas, matrimonios, tiempo y dinero.
Un abrazo venezolano desde Budapest
Adoro mi lavavajillas!! Aquí siempre va a tope jajajaja…. a mi todo lo que facilite la vida bienvenido!!!
Que haríamos nosotros sin el lavavajillas. Mi mujer fue lo primero que me pidió al mudarnos, jajaja. Eso y la roomba.
Y a mi como técnico me toca tenerlos mimados y bien cuidados para que no se rompan.
Reparación de lavavajillas madrid
Cata si el lavavajillas esta genial, pero que me dices de la lavadora!! Yo si que me moriria sin lavadora .Os imagináis tener que lavar tooda la ropa a mano!! Eso sí que sería un desastre familiar, je je
Desastre sería poco… totalmente de acuerdo, la lavadora de ropa es también un imprescindible o EL IMPRESCINDIBLE…