No es la primera vez que ElMayor (2004) mi niño se va de viaje, ni será la última, pero esto de los viajes de los niños con su colegio no lo llevo muy bien, lo confieso. La primera vez que se fue se me partió el alma, y no logré ni dormir ni descansar hasta que no le tuve de nuevo conmigo. Y aunque cada año es más leve ese dolor, el vacío que siento sigue siendo enorme…
Verlos crecer y ser conscientes de ello son dos cosas muy diferentes. No nos preparan para entender el proceso, porque no hay forma de hacerlo. Cada madre siente de forma diversa esa separación de sus hijos. Algunas la viven desde muy corta edad, y logran independizar sus emociones del apego… yo a esas madres en parte las admiro, porque no sufren como otras madres a las que nos cuestan un montón esas separaciones.
Le hemos dejado ir a la mayoría de viajes de fin de curso desde que tiene 6 años (y no antes porque estamos convencidos que son muy pequeños), y si por mi hubiera sido, me hubiera esperado al menos dos años más antes de dejarle ir al primer viaje… pero en fin, entre que es la usanza y que ha sido su deseo, nos hemos visto mas laxos y condescendientes al respecto.
Su primer viaje fue en 3º de infantil y lo vivimos como una experiencia tremenda de desapego, su segundo viaje se hizo esperar un par de años más y tampoco fue fácil, pero éste ya es el tercer año consecutivo que se marcha de viaje. Esto ya debería haberme preparado… pero no!. No lo estoy.
Siento una dicotomia impresionante: por un lado el orgullo de ver como mi niño se va haciendo un hombrecillo independiente y responsable, cada vez más mayor que puede fácilmente prescindir de mi (esta fue una de las grandes enseñanzas que me dejó el ictus- ver que mis hijos eran capaces de vivir sin mi, me demostró que algo he hecho bien hasta ahora- por duro que suene, pero mi función como madre es prepararles para el futuro, no andar su camino). Pero en el otro lado de la bifurcación, está la pena que como madre siento de verle tan mayor, tan él… ¿dónde quedó mi bebé?
Estos viajes, esta separación nos permiten como familia ver su crecimiento como parte de nuestro crecimiento como padres; es el proceso natural (bueno no tanto… porque si se empieza muy pequeños de natura no tiene un comino, jejeje) de desapego seguro, en el que se pone en prueba las herramientas que le hemos dado a nuestro hijo para que pueda andar su propio camino.
Como se lo decía hoy a mi amiga Carol, tenemos como padres que superar el miedo al crecimiento de nuestros hijos, porque ellos perciben todo y no pueden cargar con las mochilas de nuestras emociones y nuestros miedos; como padres apegados que somos, debemos tener los ojos y el corazón muy abiertos con una postura de aceptación y generosidad hacia lo que nuestros hijos se van convirtiendo. Siempre estaremos al lado de nuestros hijos como testigos permanentes de sus logros, pero no podemos siempre andar el mismo camino y cogidos de la mano.
Mi casa se siente medio llena, y ElPeque está viviendo por primera vez a conciencia lo que significa estar varios días sin su hermano – lo que significa la vida de hijo único– y para él también está siendo todo un proceso de aprendizaje. Los años anteriores no tenía gran conciencia del tiempo y tampoco le era muy fácil poner palabras a los sentimientos… pero esta mañana lo decía: – Le echo mucho de menos, si es que es mejor tener un hermano, y como el mío ninguno. ♥♥♥
Son esos pellizcos del alma, que me cuestan a veces como madre superar…. y a ti ¿te ha pasado? ¿Cómo lo has afrontado?
Ay, Cata, cuánto te admiro! Sabes de primera mano cuánto me cuesta aceptar ese "dejarla volar". Quisiera tenerla siempre en mis brazos, protegerla de todo y de todos… Pero evidentemente, sé que eso no le haría ningún bien, por eso lucho cada día por hacerlo mejor, acompañarle sin acapararle, dejarla ser. Me cuesta, sabes que me cuesta, pero al menos soy consciente y tengo intención de cambiarlo…
Gracias por tus palabras, y mucho ánimo, entiendo perfectamente ese dolor de la separación, aunque sepamos que es temporal y positivo para ellos.
Nadie dijo que sería fácil, ¿verdad? Aixxxx
Como bien dices, al menos eres consciente y tienes la intención de superar esas barreras que te estás encontrando para asumir y asimilar el crecimiento de nuestros pequeños tesoros. Nunca dejarán de serlo en nuestro imaginario, siempre serán nuestros bebés, pero ya no nos necesitarán del modo en que creemos… cada etapa con lo suyo, y cada día a la vez…. un besito. Te echaba de menos por aquí…
Les tenemos que enseñar a volar Cata, aprender a llorar de pena porque se van y de alegría porque son capaces de hacerlo.
Ay, bonita! Lobque nos queda
Me ha gustado mucho eso de "llorar de alegría porque son capaces de hacerlo".
Creo que eso es lo que realmente cuenta; tener la posibilidad de asumirlo y apoyarlo.
Un beso.
Estoy igual. Las dos mayores (13 y 9) en casa del abuelo y yo medio huérfana de hijas. Se me hace tan extraño. El pequeño conmigo y, por fin, el rey de la casa. Experimentando cómo es eso de ser hijo único. Nos tiene totalmente para él
La suerte de tener abuelos cerca que te permiten que tus hijos puedan vivir todo tipo de experiencias de "desapego seguro".
Mi peque la verdad no lo lleva muy bien eso de ser "hijo único" temporal Echa mucho de menos a su hermano.
Se les echa muchísimo de menos!!! Y entre hermanos también. Ayer el mayor estuvo en casa malo y se pasó el día preguntando cuando venía del cole el pequeño…
Así es Dacil, entre ellos también se echan de menos… por poco o mucho tiempo… ♡♡♡
Madre mia! no quiero ni pensarlo. Solamente el finde que tuve de dejar a mi hija porque tenía el lunes un examen me sentía fatal, y eso que fue con mis padres!. Que miedo todo el tiempo pensando como estarán, si habrá comido, dormido….
Pues te digo que es algo que, al menos a mi, no deja de ocurrirme… a pesar de que lis últimos tres años se ha ido de viaje, no descanso hasta que está de vuelta en casa.
Y a ti ¿ Qué tal te fue en tu examen?
Te entiendo, yo no sé como me sentaría que mis hijas estuvieran varios días de excursión con el colegio. Entiendo ahora los miedos de mis padre de cuando yo estaba en el colegio y no me dejaban ir a esquiar a Pau, o ir a Perpignan a no sé qué. Ese temor lo he tenido cuando yo he tenido que irme de viaje por trabajo, cuando he tenido que dejar a alguna de las dos o a las dos al cuidado del padre, o más recientemente al cuidado de varias personas.
Pero se nos hacen mayores, tienen su autonomía, y eso también es bonito, que aprendan y vivan sus propias experiencias, sin los miedos que les podamos pasar.
Besos especiales.
Marta, se nos hacen mayores…. así es! … Mi Padre me dejó ur a un campamento con 8 años y las primeras noches la pasé muy mal, pero luego ya no quería que terminara. Luego más mayor, fue mu madre la que nunca me dejó ir a los viajes del cole. … ahora que la madre soy yo entiendo estos momentos como parte del crecimiento, por duro que sea.
Me ha encantado el post. Me pasa un poco como a Carol.
En mi caso, he tenido padres muy protectores, demasiado, y no quiero repetir el mismo error. Porque muchas veces esto me ha hecho ser demasiado dependiente para muchas cosas.
Me quedo grabadas varias frases que me han parecido maravillosas: "prepararles para el futuro, no andar su camino", "ellos no pueden cargar con las mochilas de nuestros miedos"…
Y es que es muy difícil ver como se hacen mayores y autosuficientes, pero en el fondo es un orgullo y una tranquilidad sabiendo que lo estamos haciendo bien!
Un abrazo
A mí me has puesto el corazón pequeñito y "estrujado" como decimos en mi tierra. Yo creo que me voy a poner fatal cuando la mía se vaya de viaje a alguna parte. Pero es linda y muy importante tu reflexión acerca de aprender a disfrutar el hecho de que tengan sus propias experiencias.
Un abrazo desde Budapest 🙂
Que bonito Cata!!! Yo estoy en plena matriculación para el cole y despedida de la E.I. Ahora entiendo a mis cuñadas y mi hermana cuando me contaban su experiencia. Me da muchiiiiisima pena. Pero es ley de vida. Y aunque tengan un porron de años, siempre serán nuestros pequeños.
Asi es la ley de la vida, los hijos deciden cuando irse, y nosotros las madres con mucha tristeza tenemos que aceptar sus decisiones, cuanto quisiera retroceder el tiempo para estar mas con ellos de niños, y que no hubieran crecido jamas, que tristeza de verdad