Como buena madre primeriza que fui, me exigí a mi misma rozar la perfección; quise hacer todo lo que «una buena madre debía hacer«, no solo aquello leído en libros y escuchado en charlas, sino en contraposición y por decisión e imposición laboral me plantee ser Mamá a Tiempo Completo, con todo lo que esto conllevara. Esta decisión la tomé después de un viaje a Londres durante el segundo trimestre del embarazo, viaje que cambió por completo mi perspectiva de la maternidad y la crianza.
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Foto tomada de http://preciod.com |
A partir de ese momento y hasta la concepción de mi segundo hijo, mi exigencia personal como «buena madre» me hizo perderme de muchas pequeñas satisfacciones y simples gozos que ofrece la maternidad. (Por fortuna, la crianza te permite rehacer parte del camino y recuperar muchos de los momentos perdidos). Lo que si nunca me perdí fueron esos primeros momentos claves del desarrollo de ElMayor: allí estaba yo en su primer cólico, su primer baño, su primera sonrisa, su primer diente, cuando se sentó, cuando se puso de pié en su cuna, cuando se cayó por primera vez intentando apoyarse en el gato, cuando dió su primer paso (y además con foto incluída), cuando dijo su primera palabra (que fue papá y no mamá – jajaja), cuando probó el limón, cuando descubrió que el fuego quemaba de verdad… en fin, siempre he estado ahí, en esos momentos especiales de su vida (y la mía) y eso ha sido LO MEJOR DE SER MAMA A TIEMPO COMPLETO!.
Todo esto es lo romántico de la madre primeriza, pero del otro lado estaba la parte obsesivo-compulsiva … esa que me hacía ser una «neurótica» de las cosas que se supone, toda «buena madre debe hacer»; la mayoría de esas cosas, y gracias a la lucidez que te acompaña durante el embarazo (y que te abandona durante el puerperio, jajaja) supe que no eran realmente necesarias, y me las «quité de encima» con el segundo hijo.
Dicen que los segundos y terceros son sobrevivientes, y a partir del cuarto se crían solos… (A ver que opina La Madre Tigre al respecto), y no sé si sea así o no, pero si me dí cuenta de que muchas de esas cosas que eran «imprescindibles e indispensables» con el primero, realmente no lo serían con el segundo. Y que no por eso dejaría de ser una «buena madre», pero más que eso, me dí cuenta de que no era necesario exigirme esa etiqueta, y que a lo mejor ser una «mala buena madre» era también una posibilidad.
Así que hoy quiero compartir con ustedes algunas de las cosas que hice como madre primeriza y que dejé de hacer con el segundo:
Esterilizar todo lo que pudiera llegar a manos (o boca, mejor dicho) del peque. Solo esterilicé durante el primer trimestre, pero superadas las vacunas, no había realmente forma de mantener los gérmenes a ralla, con un niño de 5 años y sus amiguitos que llegaban siempre a tocar a ElPeque. Lo que si tuve fue un gel de esos para las manos, en cada estancia.
Lavar toda la ropa nueva antes de ponérsela con un esterilizador y retirar todas las etiquetas; lo hice solo con las primeras puestas o mudas, porque por fortuna acá en España el producto que usaba yo en Italia para tal fin, no se vende (Napisan). Lo de las etiquetas también sólo con las primeras mudas, el resto no lo hice jamás.
Hacer todos los purés de fruta y verdura fresca y ecológica. Ya con el segundo lo de ecológico pasó a ser un lujo además de ser más complicado de adquirir, y el tema hecho-en-casa se ponía bastante complicado, así que para las salidas siempre caía el potito. En casa procuré darle siempre fresco y hecho por mamá.
Llevar una mega-pañalera con TODO lo que pudiera necesitar: además de lo habitual (pañales, bolsas, crema y pañitos húmedos) la mochila de ElMayor incluía dos mudas, manta, pijama, chupete de repuesto y botiquín completo. Con ElPeque simplifiqué a un cambiador de esos con capacidad para dos pañales, y la muda se limitó a un chandal y un body. Lo que si hice fue tener un maletín en el coche con otra muda y más pañales y el chupete de repuesto, pero ya no la cargaba yo.
Leerme todos los libros posibles sobre crianza. Leí tantos que ahora que tengo el blog y he descubierto tantos otros, me da una pereza enorme ponerme a leer más. La mayoría de las cosas que leí me sirvieron como orientación, pero en la práctica me ha ayudado mucho más leer blogs y experiencias de otras madres, que libros de «pediatras expertos».
Diseñar rutinas de estimulación temprana y psicomotricidad fina y gruesa. Con ElMayor lo hice, al punto de tener un programa total hasta los 24 meses, el cual suponía una actividad diaria con él; con ElPeque intenté hacer algunas de esas cosas, pero confieso que ya con la estimulación que recibía de su hermano, yo veía que no sería tan necesario. Además tampoco he tenido el tiempo que tuve con el primero, porque además ElPeque tuvo siempre unos horarios muy suyos.
Fomentar encuentros con otros niños de su edad a diario. Claro una cosa es entretener a un niño de 3 años solo y otra muy diferente si tiene un hermano. Con ElPeque nunca me he visto en la necesidad de generarle espacios de encuentro con otros niños, tipo parque diario, como si me pasaba con ElMayor, y es que por fortuna, los dos se acompañan mucho y juegan juntos. No digo que no le invite amigos o que no vayamos a quedar con amigos de su edad, sino que ya no es esa necesidad imperante que tenía con ElMayor.
Tener uniformes y demás materiales escolares siempre listos y perfectos. Mi niño mayor iba como un dandy al colegio, su uniforme impecable, sus zapatos igual, sus uñas y su peinado también. Cuando nació ElPeque comencé a delegar en él algunas de esas cosas como la limpieza de zapatos, el alistar el uniforme, los libros, etc… con las respectivas consecuencias de delegar estas cosas en un niño de 5 años (aunque debo decir que no lo ha hecho mal, y ahora hasta me da una mano con las cosas del hermano). Con ElPeque me ha pasado hasta de mandarlo al cole con el Baby manchado o sin él porque se me ha olvidado sacarlo de la mochila el viernes. Esto no me lo hubiera permitido yo con ElMayor…jejeje
Rigidez con las rutinas, horarios y normas. Ya no vale! Son dos niños muy diferentes y además la vida, la experiencia y los nuevos conocimientos adquiridos me han hecho entender que si bien las rutinas no son malas, lo que si es perjudicial es intentar imponerlas y no hacerlas flexibles; así que tanto con ElMayor como con ElPeque, en esta casa las rutinas, los horarios y las normas adquirieron el carácter de flexibles y consensuados. No desaparecen porque mi rigidez mental los necesita, pero al menos no suponen una camisa de fuerza para nadie (ni siquiera para mi misma).
Creo que hay muchas otras cosas más y sobre todo cosas materiales que he dejado de hacer y necesitar con el segundo y otras que ahora pasado el tiempo hubiera querido tener o hacer, pero es que esto de la crianza para que sea un gozo debe ser es así: flexible, adaptativa y con una gran dosis de imaginación y capacidad de reinvención.
¿Tienes más hijos? ¿Te ha pasado como a mi?… me gustaría mucho que compartieras tu experiencia.
Pues yo estoy en la primera parte. Pero si es cierto que con el paso del tiempo, me he dado cuenta de la cantidad de tonterias innecesarias que he cometido desde que Un bebé muy feliz nació, tanto que sé que si hubiera un segundo muchas cosas cambiarian…vaya que si cambiarian!!!!
Muchos besos
Pues vas fenomenal, si ya te has dado cuenta de como ir simplificando tu maternidad! Enhorabuena, a mi me costo lo mio y mucho tiempo en "abrir los ojos", jejeje.
Pues me siento muy identificada con el post, los mios aún son pequeños que no van al coles ni nada(casi 3 años y 8 meses), pero es verdad que con el primero y la novedad quizás exageramos más las cosas, como la esterilización y demás, con el segundo con la falta de tiempo y también la experiencia pues simplificas mucho, yo almenos así lo he hecho, y en cuanto a horarios y rutinas también he flojeado mucho, simplemente me he adaptado a sus necesidades que van cambiando según van creciendo…me ha gustado mucho la entrada, saludos!
Hola Yasmin, antetodo bienvenida por acá…
Toda la razón, la falta de tiempo y la experiencia definitivamente son los mejores aliados para hacernos abrir los ojos y ver las cosas con mayor sencillez y practicidad! Y al menos a mi me ha pasado como a ti, que he ido entendiendo que el mejor camino es ir adaptándonos a sus necesidades a medida que van creciendo.
Un abrazo
Añade "olvidarse" de recomendaciones del pediatra
Jajaja sabes que Marisa, te lo digo acá en secreto, que nadie mas nos ve : Nunca le hice mucho caso a los pediatras, incluso con el primero, ahora ni que decir con el segundo. Jajaja
Vaya! yo soy primeriza y ya voy olvidando cosas por el camino… jajaj Con el tiempo me he ido relajando con todas esas cosas tan exigentes para nosotras…. Añado totalmente el comentario de la Madre EStresada, hay que hacer menos caso a los pediatras jajaja. Tengo claro muchísimas cosas que no haría si tuviera otro..que espero tener en algún momento. A seguir!
Hola Guapa, como le dije a Marisa…. el tema pediatras, para mi fue claro desde el primero, jejeje pero que no nos oigan muy alto, jejeje
Yo creo que cuando somos primerizas idealizamos mucho la maternidad y si estas sola y eres cabezota como yo, pues te encierras y te complicas mucho más la vida… cuando hubiera querido yo haber conocido todas esta "blogoesfera materna" hace DIEZ años… la de cosas que me hubiera ahorrado.
Aayysss y cuando yo los tuve ni existía internet!!!
Al menos no al nivel que hoy
Ayyy cuanta razón, y eso que yo aún soy primeriza. Y, ¿todo lo que compramos incluso antes de su nacimiento? ¿Cuantas cosas se han quedado en las cajas sin utilizar? Como bien se ha dicho ya en algún comentario anterior, a medida que pasan los meses me he ido relajando y sobre todo me exijo menos. Porque así somos las mujeres (en la mayoría) exigentes por naturaleza o debido a la sociedad – cultura?
Bueno… Emi, lo de las compras es ya de "manual", jejeje es que eso de ser madres primerizas tiene su encanto: por más que otras madres te lo digan (o tu madre) hasta que no lo vives en carne propia no lo entiendes. Creo que eso de las abuelas cuando decían que "el diablo sabe mas por viejo que por diablo" hace referencia precisamente a esa experiencia que ganamos con la práctica real.
Me siento fatal porque yo no he hecho esas cosas ni con la primera jajajajajajaaja Como tenga otro va a ser la guerra 😛
Esterilizar si…….hasta que vi como se daba morreos con los perros y dejé de hacerlo :p
Para lo demás somos un poco desastre…..pero oye, se la ve feliz :))
Por cierto, feliz año nuevo!!!!
Creo que tienes razón, lo que pasa, ese es mi parecer, que uno va agarrando experiencia y ya sabe por donde los tiros… yo aún tengo un solo niño pero todos los padres de varios niños me han dicho lo mismo y siento que yo también seré así… Saludos
A menudo no es necesario tener un segundo hijo para "subsanar" los excesos del primero. Con la andadura de un solo hijo ya vas aprendiendo lo suficiente, ja ja ja.
Lo digo porque, desgraciadamente, muchas mamás de hoy seremos madres primerizas y ahí nos quedaremos. Uniquizas.
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