Soy una convencida del poder maravilloso de los abrazos, pero nunca hubiera podido imaginar que entre todos sus beneficios estuviera el poder poner fin a una pataleta, berrinche, trantrum…etc.
Un abrazo encierra un poder de intercambio energético muy singular: el hecho de que los brazos formen un circulo y arropen en su interior a los corazones de quienes se están abrazando, generan una sensación de bienestar, tranquilidad, saciedad, sociego… incluso, luego de un buen abrazo, la sensación que queda es también de vitalidad.
Soy muy de dar abrazos, me encantan los achuchones, y mis hijos lo saben y lo disfrutan, y como desde pequeños les hemos abrazado mucho, también encuentran muy terapéutico y reconfortante los abrazos. A ElPeque (nacido en el 2009) por ejemplo le digo que necesito sus abrazos como gasolina, cuando estoy muy cansada, y la verdad es que da unos abrazos tan maravillosos que logro sentir ese intercambio energético entre nosotros y la vitalidad con la que quedamos los dos.
El sábado en la mañana buscando un libro que me recomendaron, me topé con una «aplicación» sobre «disciplina positiva» a modo de «flashcards» y en la vista previa una de esas cartulinas decía «Si su niño está haciendo un berrinche, intente pedirle un abrazo» … y esa frase me quedó sonando. (no descargue la app porque no termino de encajar muchas cosas)
ElPeque está pasando por una etapa de regresiones y enfados a flor de piel a lo que mi amigo T. Brazelton llamaría «momento clave del desarrollo»; sé que se trata de una etapa que nos está anticipando un cambio en su evolución: se está haciendo cada vez más consciente de su entorno y de sus propias emociones y está asumiendo ya sus primeras responsabilidades solo… somos conscientes que debemos acompañarle y arroparle, pero la verdad es que estamos como locos buscando formulas para que esos enfados sean lo más contenidos posible para que no caiga en espirales de las que a veces le es muy difícil salir, y en las cuales nos vemos nosotros a veces también atrapados, sin salida.
En la noche mientras se duchaba con ElMayor (2009), ElPeque tuvo uno de esos enfados desenfrenados, esta vez porque le caía champú en los ojos y no lograba ver; yo desde fuera escuchaba como el hermano intentaba infructuosamente de calmarle y explicarle que necesitaba dejarse echar más agua… pero los gritos de ElPeque se hacían cada vez mas incontrolados, entonces decidí entrar y decirle a ElMayor que le pidiera un abrazo a ElPeque… me miró con cara de «¿con la que está cayendo y a ti no se te ocurre una mejor idea?», así que le volví a insistir, pidiéndole que confiara en mi. ElMayor le dijo a ElPeque «-Necesito un abrazo tuyo, me lo das por favor?» y ElPeque de inmediato se quedó en silencio poniendo la misma expresión previa de su hermano mayor… y luego de unos segundos de reflexión, se acercó a él y se lo dio. ElMayor me miraba con cara de satisfacción y sorpresa (y debo decir que yo también me sorprendí de la efectividad del «truco»), mientas se abrazaban… y claro, de inmediato ElPeque se tranquilizó y ahí pudo escuchar lo que el hermano le estaba tratando de explicar, y se dejó aclarar los ojos… y fin de la pataleta.
Anoche de nuevo, otro momento de «quiero-lo-imposible-ya-rojo-con-luces-moradasazulon-dulce-y-empacado-en-tul-en-este-momento-y-ahora» a las 10:30 de la noche. Cuando vi que la cosa se estaba comenzando a tornar en una pataleta, y los decibelios de su voz iban increscendo, decidí probar suerte, y pedirle un abrazo: misma reacción de la noche anterior, mismo silencio, misma intensidad de abrazo… y al final del abrazo… otro silencio y un : «-Mamá, me rascas la cabeza, tengo mucho sueño».
Yo siempre he intentado abrazarlo y contenerlo en las pataletas, pero nunca se me había ocurrido que la inversa también tendría un efecto positivo; pero como todo en la crianza, no se debe abusar de estas formulas sobre todo porque no siempre las pataletas se dejan a un lado con un simple cambio de escenario (físico o emocional en este caso) porque lo que hay que entender realmente es que hay detrás de ese enfado y de esa pataleta (casi siempre un deseo o una necesidad no satisfecha), pero ponlo a prueba, realmente funciona!.
El cartelito decía de repetir la solicitud de un abrazo un par de veces si había negativa y luego alejarse diciendo que cuando «Necesito un abrazo, búscame cuando estés listo» … pero no me termina de gustar, así que yo hago mi propia adaptación y en lugar de alejarme imponiendo «mis necesidades» diré: «Quiero un abrazo tuyo, pero si no quieres, permíteme darte uno, seguro que te gustará»...
Si lo pruebas y te funciona, te invito a que regreses a este post y compartas tu experiencia.
Lo probaremos!
Ya se que no hay formula en crianza, pero son pequeños trucos que pueden funcionar. Ya me contarás.
Hola Catalina, me alegra leer que has tenido un primer acercamiento a la Disciplina Positiva. Como bien dices las herramientas de esta práctica no son recetas, son estrategias que cada uno debe analizar, poner en uso su intuición y ver si encajan en la situación personal y en lass necesidades de nuestros chicos.
Lo importante es que las "conductas inadecuadas de los chicos no se traten desde métodos punitivos o coercitivos" porque un niño que no ha encontrado la manera de expresar su necesidad de "ser tenido en cuenta por el adulto más que el desborde emocional" lo que necesita es cariño y aliento. Desde este enfoque los abrazos son un estupendo instrumento para abrir esa vía emocional sin la cual es difícil, por no decir imposible, acceder su reflexión. Además de los abrazos que el adulto esté "recogido", con predisposición hacia la empatía y la escucha más genuinas… son también aliados importantes en los procesos de solución de problemas.
En fin, que es una actitud de respeto, amabilidad y firmeza, la que el progenitor o educador debe mostrar y expresar para que los "malos comportamientos" sean estupendas oportunidades para enseñar al niño a desarrollar habilidades y competencias para la vida.
Un abrazo muy grande!!
Gracias por tu comentario Marisa, la verdad que como bien dices, cada uno debe analizar y poner en uso lo que considere oportuno; yo estoy un poco a medio camino, y hay cosas de la Disciplina Positiva que me gustan, pero muchas otras que no, así que me quedaré con lo "positivo" que siento que me pueda aportar.
En referencia a los abrazos, creo que son una herramienta maravillosa, he hecho alguna "abrazoterapia" y la verdad es que la recomendaría a ojo cerrado, y a los niños les encanta.
Un abrazo grande
Interesantísimo y muy conmovedora la relación de los dos peques… Así me veo yo dentro de pocos añitos 😉
Probaré esta estrategia a ver qué tal.
Besos!
Niña… ya verás a tu guaje con el peque! Le veo yo muy dado a ser el protector… A mi se me escurre la baba, y me derrito de amor cada vez que les veo juntos, cómplices y amorosos. (porque cuando a ElPeque le da por ser el bicho con ElMayor, ahí pago escondederos, jejeje, por fortuna son pocos esos momentos).
Ya me contarás si te funciona o no… Un abrazo
Hola Catalina, ni te imaginas la pataleta que hemos sufrido esta tarde!!!! además con la peculiaridad de que Un bebé muy feliz se me queda traspuesto llorando, sin aire y se pone morado, por lo que cuando veo que empieza intento pararlo antes de que no haya remedio. Pero esta tarde se me fue de las manos…que susto!!!
Sin duda probaré lo que dices..ojalá sea un remedio.
Me ha encantado como lo has contado!!!
un saludo
Entiendo tu angustia… es que a veces se meten en un espiral del que es dificil salir. Pero una cosa es cierta, no existen una formula que pueda aplicarse a todos los niños ni a todas las situaciones… jeje..
Esto es lo divertido de ser madres y padres conscientes, que siempre estaremos a la búsqueda de estrategias que hagan nuestra vida mejor.
Si lo pruebas te invito a que regreses a contarnos como te fue
Un abrazo.
Cómo me gusta este sistema! muchas veces he leido acerca de dar abrazos a niños con pataletas pero nunca había escuchado sobre "pedir un abrazo".
Me gusta muchísimo la idea y la pienso aplicar ya te aviso jaja
Un abrazo guapsima!!!
Si Pilar, yo tampoco lo había pensado desde ese punto de vista, y me ha gustado mucho… al menos nos ha funcionado muy bien, sin abusar… jejeje. Si lo llegas a aplicar, vuelves y me cuentas… un besito
Yo suelo usar mucho el abrazo. Cuando la petite comienza a "emberrinchinarse", que está a punto de pegar a su hermana o similar, o cuando l'aînée parece triste o enfadada, las cojo para darles un abrazo y es mágico, se les pasa casi siempre.
Claro como contención siempre lo había usado, eso de darles yo un abrazo, pero lo mágico de ésta fórmula es que el abrazo lo pides tu… eres tu quien necesita un abrazo…
Hola Catalina, no sé si en este blog pueden escribir también hombres … es broma, pero veo que no estoy muy acompañado de congéneres. Me ha encantado tu experiencia y te agradezco que la hayas compartido conmigo y te aseguro que la probaré con las personas de mi alrededor (mis hijos de 10 y 7 años ) y como no mi mujer, aunque ella no tiene pataletas muy frecuentes. Yo suelo utilizar también mucho la sorpresa que provoca la risa, es decir, en vez de responder de una forma airada, hacer algo que no se esperan … un baile, una payasada, una canción … cualquier acción que rebaje la intensidad negativa del momento. Un abrazo.
Carlos… jejeje sabes que me leen muchos hombres pero pocos se sienten a gusto comentando así que gracias por tu espontaneidad.
El sentido del humor es una estrategia importantisima de crianza que además nos ayuda a relativizar las situaciones y a bajar los decibelios! enhorabuena por tus payasadas, seguro que tu familia lo agradecerán mucho.
Carlos… jejeje sabes que me leen muchos hombres pero pocos se sienten a gusto comentando así que gracias por tu espontaneidad.
El sentido del humor es una estrategia importantisima de crianza que además nos ayuda a relativizar las situaciones y a bajar los decibelios! enhorabuena por tus payasadas, seguro que tu familia lo agradecerán mucho.
Que gracia me ha hecho, pensaba que era la unica que utilizaba esta tecnica pero veo que no estoy sola, a nosotros a veces nos funciona y otras no pero creo que la clave esta en plantearlo al principio de la pataleta.
Un abrazo
Leticia si es que yo creo que las estrategias ya están casi todas inventadas, el tema es que a veces se nos olvida recurrir a ellas… y como tu dices, cada quien la adapta según le funcione mejor. Un abrazo
Que bueno! Yo también soy de achuchones y cuando mi bebé protagoniza pataletas,lo abrazo, lo contengo y se le pasa. Muchos me miran con cara de loca, o de lo estas malcriando, yo siento que el se siente comprendido y lo superamos juntos. Te felicito!