Dolor de Madre

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No existe mayor dolor que el dolor de una madre cuando ve sufrir a un hijo.

El dolor de una madre, es único y no va en función de la gravedad de la enfermedad que su hijo/hija tenga. Esto no se puede medir ni comparar.

El dolor de una madre, es desgarrador y no va en función del agravio sufrido por su hijo/a; una madre siente las ofensas y las penas de un hijo en carne propia.


El dolor de una madre, es infinito; sólo una madre puede sentir en sus propias entrañas el dolor de un hijo como propio; solo una madre es capaz de sacar la fuerza interior para apaciguar las penas y los dolores de un hijo, a pesar de estarse muriendo por dentro.
El dolor de una madre, no puede ser comparado; no puede ser menospreciado; no puede ser juzgado; no puede ser mimetizado, y en muchas ocasiones, no puede ser consolado… tan solo acompañado y comprendido. 
Dicen que no existe mayor dolor que el dolor de una madre que ha perdido a un hijo; el orden de la vida no es ese… las madres no estamos preparadas para sobrevivir a nuestros hijos, y sin embargo, millones de madres lloran día a día la pérdida de un/a hijo/a. Y nadie puede decir que ese dolor se supera; y nadie puede decir que ese dolor pasará, porque eso sólo esa madre lo puede sentir y valorar. 
Mi padre, que fue hijo único, murió hace 16 años, y la esencia de mi abuela, su corazón y su alegría, murieron ese mismo 11 de mayo de 1997. Hace dos días ella cumplió 89 años, y lejos de querer ser felicitada, lo que más ha deseado, es no seguir sintiendo ese dolor de madre, y descansar, descansar en paz. 
Ese temor a perder un/a hijo/a también nos genera dolor; a mí, el sólo hecho de imaginarlo, me desgarra el alma…
Así como el dolor de una madre no puede ser comparado ni juzgado, de igual manera el amor… 
Todas somos madres, todas amamos (a nuestra manera) a nuestros hijos e hijas… por eso mismo, no podemos tratar el dolor de otras madres como nimiedades, ni comparar el nuestro… porque por dura que sea la pena… es única e irrepetible, y merece ser tratada con respeto y empatia. 
Este post va dedicado a todas las madres (mis madres coraje), que han sentido ese dolor y se han sentido incomprendidas. A ti Abuela, por tu pérdida (que no es igual a la mía). 
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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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16 Comentarios

  1. Cata… no sabía lo de tu padre. Cuanta razón tienes, nadie puede juzgar el dolor ni el amor, ni la forma de afrontarlo. Besitos. Adriana

  2. Ha sido un relato desgarrador y con mucho sentimiento. Siento muchisimo lo de tu padre y siento muchisimo el dolor de tu abuela (k prefiero ni imaginar..). Cada persona siente y afronta las cosas de forma distinta pero todas amamos y sentimos dolor. Un besazoo

  3. El día que mi hijo cumplía su primer añito de vida enterramos al hijo de una compañera de trabajo, con apenas 17 años. Ese día fue tan duro que estuve a punto de no celebrar el cumpleaños de mi hijo. Ver a una madre desgarrada por un dolor tal es indescriptible. Y yo no quiero imaginar ni en la peor de las pesadillas que me suceda algo así.

    • Ufff no me extraña que sintieras esas ganas de no celebrar! Que tristeza, además porque la muerte de una persona joven siempre nos impacta más.

      Veo que mi post se quedó en el dolor de la muerte, pero también está el dolor por la enfermedad, la agresión y cualquier otra cosa que nos haga sentir ese vacío en el corazón y esa punzada en el alma.

      Gracias por comentar. Te deseo un buen viernes.

  4. He vivido muy de cerca ese dolor de describes a través de personas muy cercanas y queridas y siempre he pensado que es dolor más profundo y desgarrador que he visto.

    Comparto cuanto dices: es un dolor que no puede ser imaginado, ni juzgado, ni consolado….

    Me ha encantado tu entrada.

  5. Desde que soy madre, pienso que las emociones son mucho más intensas. La maternidad nos regala momentos de felicidad infinita simplemente viendo a nuestros hijos sonreír y disfrutar de cosas pequeñas… Pero también eleva a la enésima potencia el dolor, el miedo, la impotencia por no poder protegerlos de cualquier daño que les aceche, las ganas de dar tu propio brazo o tu cuerpo entero para que tu hijo no tenga que sufrir…

    Es duro, pero gratificante. Hay momentos peores y momentos mejores, y perder un hijo es perder esa luz que alumbra todo lo bueno que hay en la vida, haciéndolo más brillante ya apetecible. Sentir que les has fallado también es sentir lo peor de ti misma, como si ya nada tuviera sentido.

    Un abrazo, fuerte, Cata, porque todas las mamas realmente tambiensabemos lo que cuentas, lo compartirmos, te entendemos, apoyamos y abrazamos.

    • No puedo más que abrazarte en la distancia, quisiera decirte que todo va a estar bien, pero no conozco tus circunstancias… espero que te llegue mi respuesta. La vida nos pone pruebas duras siempre… algunas más fuertes e injustas que otras, pero del amor que sientes por tu hija, sacarás las fuerzas. Si quieres puedes escribirme un privado. Me gustaría servirte de algún modo, al menos para escuchar tu grito de dolor. mamatambiensabe@gmail.com La fé (y no hablo de la religiosa) es esa fuerza interior que nos permite visualizar la solución a los grandes obstáculos que nos pone la vida: te animo a visualizar a tu peque sana, hermosa, feliz y rodeada de luz, luz dorada, y a ti junto a ella. Elevaré una oración por ti.

  6. Mi hermano murió el veintisiete de septiembre de este año mi madre sufre una gran desolación me duele verle así, pero no se como consolarla y también mis hermanos y yo sufrimos esa pérdida. Mi padre se hace el fuerte pero le duele mucho.

    • Katherine, siento mucho tu pérdida… la situación para tu madre tiene que estar siendo terrible, y a veces para nosotros como espectadores puede llegar a ser incomprensible, por más empatía que tengamos. Hay muchos grupos de apoyo, también online… si quieres hablar conmigo al respecto, si sientes la necesidad de deshagarte, ponte en contacto vía mail a mamatambiensabe arroba gmail punto com Recuerda que cuando perdemos a un ser querido la memoria se convierte en nuestro mejor aliado, y que al soñar todas las noches podemos volver a acaraciar a aquel que ha partido. Hace 8 meses murió mi abuela, la que inspiró este post… ella fue mi madre, y hay veces que tan solo quiero dormir porque se que allí en mis sueños puedo verla, hablarle, tocarla y sentir sus abrazos. Te mando uno con el alma.

  7. Hola, mi nombre es Sara y soy estudiante de psicología por la universidad Jaume I de Castellón. Me pongo en contacto contigo para preguntarte si estarías interesada en ayudarme con mi proyecto final de carrera. Se trata de responder a un sencillo cuestionario que trata de recoger cómo es la experiencia de los padres y madres de menores que han sido INGRESADOS EN DISPOSITIVOS HOSPITALARIOS por cualquier razón (prematuridad, cardiopatías, problemas crónicos, ect). Los datos obtenidos son completamente anónimos y se destinarán a la realización de un plan de mejora de la atención a familias de menores ingresados que incluya el apoyo y atención psicológica.
    Muchas gracias por tu tiempo.
    Contacta conmigo en: al287459@uji.es

  8. […] La maternidad tiene el gran poder de despertar esta virtud; no hay nada que una madre no sea capaz de hacer si sus hijos están de por medio, incluso es capaz de superar miedos propios por ellos. Por la maternidad, una mujer es capaz de afrontar sus propios demonios, superar sus propios miedos, porque nada es más importante que el bienestar de sus hijos (y si la salud de la madre puede interferir en ese bienestar, no hay mejor motivación para asumir los riesgos y enfrentar los miedos, que nuestros propios hijos). Porque como ya he dicho antes, no hay mayor fuerza ni mayor dolor que el de una madre. (ver post) […]

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