Educando en el consumo responsable

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En un mundo en el que el bombardeo mediático, los centros comerciales, las grandes superficies y  la exageración que nos rodea, es todo un reto para nosotros como padres poder educar en el consumo responsable. 

No somos anárquicos, ni tampoco vamos en contra del sistema de libre mercado, pero no creemos en el consumo per sé. Creemos que debe existir un límite razonable entre lo que necesitamos y deseamos, y lo que nos hacen desear o necesitar.

Es complicado, lo sé, pero es una decisión de vida que hemos tomado, y cada día tratamos de actuar en consecuencia. Y en mi caso muy particular, tiene que ver mucho con el gran impacto que me genera el consumo desmedido que se vive en Estados Unidos, y del cual fui testigo mientras viví allí y del cual sigo siendo testigo a través de mi madre y su esposo, «shopadicts».

Desde pequeño a ElMayor (2004), le hemos inculcado que no es necesario tener todo lo que se desea. Que al ver en la Tele un anuncio y creer desear ese juguete, no significa que tenga que poseerlo. Que por ejemplo, es una suerte que sus amigos tengan el juguete tal o el vídeo juego x, ya que así el podrá jugar a cosas diferentes cuando va a sus casas.  Y lo mismo estamos haciendo con el menor. De hecho, ElPeque (2009) tiene muchos mas juguetes de los que tuvo su hermano, porque ha tenido la suerte de heredar muchos juguetes de los amigos de su hermano mayor, y es poco o nada lo que pide.

Les hemos inculcado a no sentir envidia de las posesiones de los demás, sino a disfrutar de las propias y alegrarse de las ajenas… así por ejemplo, si ElMayor recibe un regalo, ElPeque se alegra… si, aunque sea difícil de creer, ha sido así… Será porque cuando vemos que a nuestros allegados les va bien, o han cambiado de coche, o han mejorado su casa, nosotros demostramos realmente una satisfacción y alegría por  ellos, en lugar de andar con comentarios que suscitan o denotan envidia.

Ayer, en una charla de un juguete, les comenté que mi niño ElMayor (quien me estaba acompañando) pensaba que era un TIMO hacerle comprar un «booster» para poder usar la nueva generación de juguetes, si el ya tenía la anterior…  Hubo algún escéptico en la sala, que incluso tildó de  no normal la conducta de mi hijo…Y yo le dije a ella y a los demás presentes, que desde luego es normal que piense y actúe así, si desde pequeño se le ha inculcado el consumo responsable. A mitad de charla él mismo se los explicó, que no le parecía justo que para poder usar los nuevos juguetes tuviera que gastar mas dinero.

El consumo responsable se inicia en casa, y se basa en dar un justo valor a las cosas. Son pequeños gestos, y creo que se podría fácilmente escribir todo una serie de posts, al respecto… pero voy a contarles solo algunas de las cosas que nosotros hacemos, como familia, que nos han ayudado a crear esa conciencia en nuestros hijos.

Tips que nos han servido:

1. Limitar la exposición a la mediatización: limitamos la visión de Tele, revistas y desde luego catálogos. Estos últimos son un modo de facilitar el consumo irresponsable, sobre todo ante las navidades y cumpleaños. Desde luego que facilitan la vida a quienes no saben que puedan querer o desear sus hijos, pero hay un ejercicio de observación que resulta mucho mas entretenido y que aporta además cercanía con los niños… basta observar cuales son las cosas que más le apasionan, para poder saber hacia donde dirigir los regalos.

2. Comprar solo lo necesario en casa: La compra diaria es un espejo de como somos ante el consumo. Si en casa sobra comida, se daña, se caduca, entonces no estamos actuando responsablemente, y los niños son esponjas y el espejo de lo que ven en casa. Al ir al supermercado es mejor siempre ir con las ideas claras de que se necesita, y procurar concentrar la compra en ello. Si vas con los niños y ven tu lista, entenderán que sólo se compra lo que se necesita.



3. Crear antes de comprar: Esto es aparte de todo muy divertido. Los DYI (do it yourself) además si participan ellos, son una actividad más para hacer en familia. Por ejemplo, la foto es de un disfraz que quería ELMayor de»BuzzLightyear».. lo hicimos en una tarde; el se divirtió conmigo, y luego se gozó su disfraz  al punto de ser ahora ElPeque quien lo está usando. Mensaje: las cosas las puedes hacer, no todo se tiene que comprar. 

4. Reciclar y Reutilizar: a parte de servir para crear antes de comprar, se pueden reutilizar muchas de las cosas haciéndoles pequeñas modificaciones o adaptándolas a lo que se esté usando en el momento; nosotros por ejemplo lo hacemos con nuestra ropa; no todas las estaciones cambiamos, y los niños heredan ropa, juguetes y libros entre sus primos y amigos, sólo por dar un ejemplo. Esto les hace entender que no todo se compra. 

No es cierto que los niños pidan, es que el sistema está hecho para hacerlos pedir y así que si pueden lo hacen, pero nunca se sentirán frustrados si se les dan alternativas desde pequeños; si sienten que acumular cosas es muy importante desde pequeños, entonces será difícil que valoren, lo que no se puede comprar…

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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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16 Comentarios

  1. Me parece estupendo todo lo que explicas en este post. Intentaré seguir tus consejos. Sobre todo, el relativo a la lista de la compra. En mi casa aprovecho para enseñar a compartir con la excusa del consumo responsable. Le digo a mi hijo que no podemos comprar todo lo que quiere, pero que si comprate sus juguetes el resto delos amigos también los compartiran y en vez de disfrutar solo de los suyo podrá disfrutar también de lo de los demás. Siempre está deseando ir a casa de sus amigos para que "compartan" sus juguetes.

    • Gracias D… creo que poco a poco podemos ir nosotros mismos adecuando nuestros hábitos de consumo; el compartir desde luego hace parte de esta solidaridad con un mundo mas sostenible, haces muy bien en fomentarla entre ellos y hacia los demás. Un abrazo y gracias por comentar.

  2. Estoy totalmente de acuerdo con tu post.En nuestra casa pasa algo parecido, nuestros hijos apenas piden nada y siempre encuentran formas de jugar y divertirse. Hay que fomentar mucho más la imaginación

  3. Totalmente de acuerdo. Nosotros en casa también estamos en ello. Lo peor es hacérselo entender a algún adulto del entorno más cercano. Me gustaría que la peque recibiera mensajes coherentes, y no siempre lo consigo…

    • Linda, mientras esos mensajes vengan de vosotros, el entorno no le afectará; te lo digo por mi propia experiencia. Ellos terminan asumiendo cuales son los principios de casa, y al cabo del tiempo, entenderán las razones por la cuales, al interior del hogar, se actúa como se actúa… Mi madre es adicta a las compras, y ya mis niños ven la diferencia y asumen que ella es diferente a nosotros. ;)Un besito.

  4. Me encanta leerte! Y estoy totalmente de acuerdo, no se si será la crisis o la maternidad, me inclino más hacia esto último… pero me ha hecho cambiar mi perspectiva sobre el consumo, sobre mis prioridades, sobre mis necesidades reales y soy infinitamente más feliz así. Inclucaré esto en mi hija, y recojo tus ideas para hacerlo posible 🙂 gracias!

  5. Es cierto… NO TODO SE TIENE QUE COMPRAR ni es necesario!. Pero díselo a un niño de 7 años que ve que todos a su alrededor tienen el último álbum, el último videojuego, el último de todo!!! Esto es utopía.

  6. Me parece muy difícil y me alegra que lo hayas conseguido. Tengo que ponerme las pilas para predicar con el ejemplo, aunque es cierto que no soy especialmente consumidora hay cosas que tengo que limar.

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