Necesidad de anidar!

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Hace tres semanas me desperté con la misma estampa….

Pero hoy, a diferencia de aquél día, he decido dejarme llevar por mi instinto y he escuchado a mi cuerpo y a mi alma, y no he dejado que el «deber» acallase ese llamado de nido que gritaba desde mis entrañas.

He sentido la necesidad de anidar, de refugiarme en el calor de mi hogar con mis hijos, de tenerlos cerca mio, de sentirlos y compartir con ellos un día, en el que, por preceptos de la sociedad, ellos «deberían» estar en el Cole.

He hecho lo que desee ese día cuando veía nevar desde mi ventana, pero que por algún motivo, que aún no logro explicarme, no hice.

Hoy mis hijos han disfrutado de un día en casa, pero no un día cualquiera, sino un día en el que no sólo el clima hacía un llamamiento al recogimiento, sino que mi cuerpo y mi mente estaba enteramente a su disposición. Ha sido una sensación maravillosa, de plenitud total, de encuentro y conexión con mis hijos. Creo que hacía tiempo que necesitábamos de un momento de intimidad como el de hoy.

Han jugado en el jardín con la poca nieve que nos ha dejado el paso de la tormenta; luego hemos hecho un poco de manualidades y hasta nos hemos inventado un regalo de San Valentín para las profesoras; me han ayudado a hacer la comida; hemos leído; han jugado entre ellos; hemos hecho puzles y hasta hemos jugado a la wii.

La necesidad de nido, no solo la sienten las embarazadas, también las madres que vemos nuestro nido vacío, sentimos ese llamado interno… la necesidad de anidar, de agruparse, de acobijarse en familia!. Sé y soy consciente de lo afortunada que soy al poder, detener la marcha, desconectar un poco del sistema, para poder dar rienda suelta a ese deseo de anidamiento.

Y sinembargo, la sociedad nos emite constantemente mensajes de desapego, de desarraigo, de independencia del nido y dependencia del sistema y son tantos y tan fuertes, que logran ensordecer, que nos alejan de nuestra esencia y nos impiden conectar con nuestras deseos mas íntimos, mas primarios. Y también esta el fantasma de la conciliación familiar que nos acosa como sociedad; la falta de medidas flexibles que nos permitan poder disfrutar de mas tiempo con nuestros hijos, y en muchos casos la ausencia total de opciones, se convierten en la mayor barrera para dar cobijo a esos sentimientos intrínsecos.

Ahora, mientras escribo estas palabras, siento como, no sólo mi mente está mas lucida, sino como mi corazón logra encontrar en mis dedos sobre el teclado, una voz para ser escuchado abiertamente. Mis niños están tranquilos, como hace mucho tiempo no los sentía, yo misma he liberado tensiones, y me he brindado entera a ellos… han pasado un día maravilloso, creo yo… o por lo menos lo LEO así, en su mirada y su sonrisa… y lo único que me abruma, es pensar en los cientos de miles de madres y padres que, aún queriendo dar rienda a este llamado de anidamiento, por razones de conciliación y equilibrio con su «otra vida – la productiva, la laboral» no tienen esta posibilidad que yo, hoy he tenido.

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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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12 Comentarios

  1. Felicidades por haber sentido esa necesidad y por haber sucumbido a ella.
    Yo también siento a menudo esa necesidad y, alguna vez, no todas las que me hubiera gustado, también me he dejado llevar y he pensado: qué puede haber más importante en el mundo que una madre y sus hijos pasen un día o una mañana o un instante disfrutando de estar juntos, alejados del ruido y rompiendo ritmos y reglas que no nos benefician, a nadie.
    Enhorabuena por tu decisión pero sobre todo por haberla escrito y habérnosla transmitido.
    Gracias y buenas noches
    Esther

    • Gracias Esther, la verdad es que me sentí muy bien escribiendo, me pareció importante poder poner orden y nombre a los sentimientos, y el sentarme a escribirlo me ayudó mucho. Además quiero dejarle constancia a mis hijos del sentido que ha tenido para mi esta "ruptura de ritmo y reglas". Un abrazo.

  2. ¡Qué bonito! Esa necesidad de apego también la sentimos las mamas cuando nuestros hijos se van haciendo mayores. Adoro cuando mis hijas me llaman para hacer algo juntas, o cuando me abrazan porque si. Es bonito poder estar cien por cien con ellos, en cuerpo y mente, también nosotras lo necesitamos.

    • Si Martika.. claro que lo necesitamos, y tanto! esos momentos de intimidad con nuestros pequeños, los dejamos perder, y creo que con ello nos perdemos grandes ocasiones de intercambio y de crecimiento personal. Gracias por tus palabras. Un abrazo

  3. Ay! cuanto quisiera yo tener ese valor. Soy de las afectadas por la carencia de opciones. Mi bebe es aún pequeño y sé que me necesita, pero no tengo la suerte que tienes tu.
    Ana

    • Ana, no sé si se pueda llamar suerte; sé que soy afortunada, pero también porque me he forjado ese camino, con renuncias y replanteamientos. Date la oportunidad de "romper" y dejarte llevar por tu instinto, aunque sea una vez, y verás la gran satisfacción. Un abrazo y gracias por pasarte de nuevo por acá.

  4. Mi más sincera enhorabuena. Por esa naturaleza espléndida que te rodea, por ese día de felicidad junto a tus grandes amores, por esa valentía para decidir…
    Sólo me asalta una duda: ¿cómo se tomó el profesorado esa decisión? (estoy recopilando datos para el futuro cole de la peque)

    • Gracias… en verdad!. Sobre la profesora, la verdad no lo sé, y debo decirte que "poco" importa, si lo pongo en una balanza frente a los beneficios emocionales que obtuvimos con este momento de intimidad y entrega. Mi niño Mayor es muy responsable, y muy buen estudiante, y se puso al día en lo visto ayer… mañana, casualmente tengo tutoria y podré constatar si en algo se ha visto afectado o no. De todas formas, es que siguen siendo pequeños, ya se que para la sociedad un niño de 8/9 años, ya en tercero de primaria, "tiene que cumplir" con sus responsabilidades… pero habría que revaluar cuales son… porque saber vivir, aprender a amar, y ser feliz, son para mi las más importantes.
      Un abrazote!.

    • Totalmente de acuerdo… Si es q mi problema es q casi me da igual lo q piensen en casos así, pero no quisiera batallar constantemente (como me veo obligada a hacer demasiado a menudo) por hacer entender mi modo de crianza. Mi duda es si encontraré un cole q vea la infancia del mismo modo q yo. Si podré confiar plenamente en que ambos discursos (familia y escuela) son coherentes

  5. Mi más sincera enhorabuena. Por esa naturaleza espléndida que te rodea, por ese día de felicidad junto a tus grandes amores, por esa valentía para decidir…
    Sólo me asalta una duda: ¿cómo se tomó el profesorado esa decisión? (estoy recopilando datos para el futuro cole de la peque)

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