Sé de sobra que el español es uno de los idiomas mas «ricos» en cuanto a sustantivos y adjetivos, y me encanta que cada día aprendo un nuevo término, ya sea por que lo leo por ahí o porque simplemente la vida me lleva a hacer nuevas incorporaciones léxicas o re interpretaciones semánticas.
Lo mismo me sucede con otros idiomas como el italiano y el inglés… sobre todo cuando las circunstancias de la vida hacen que nuevos vocablos entren a formar parte de tu vida cotidiana… así pues, por ejemplo cuando me quedé embarazada de El Mayor en el 2003 mientras vivíamos en Roma, aprendí muchas nuevas palabras relacionadas con la maternidad, el puerperio, la lactancia… todas en italiano… luego con el segundo embarazo, re-aprendí esas mismas palabras pero en español castellano (porque algunas las conocía pero en español latinoamericano), ampliando así mi vocabulario y semántica.
Las actuales circunstancias de mi vida han incluido palabrejas y (dando otro sentido a otras mas comunes), con las cuales difícilmente puedo sentirme cómoda, pero poco a poco se van haciendo parte de mis conversaciones diarias: cosas como aracnoideo, ausencias, bioelectro, bioresonancia clónica, convulsión,
crisis, epilepsia, espasmos, neurocirujano, neurofisiólogo, neurólogo, polisomía,
tónica, etc…
Pero como ahora estoy recuperando las gafas del optimismo, hay algunas palabras que han recuperado su valor y verdadera dimensión, como son amistad, apoyo, empatía, esperanza, familia, fuerza, solidaridad y tribu…
Esto es lo verdaderamente importante, es la fuerza que te abre caminos, que te lleva de la mano ante la adversidad, que te acompaña en el miedo y te ayuda a superarlo… por eso hoy estoy muy agradecida con la vida porque mi vocabulario ha ampliado el significado de la palabra «ENERGIA« que es la que nos dan las personas que en el día a día han estado aquí…
a Irene, a Belén, a Mercedes, a Vanesa, a Carol (las dos), a Carolina (las tres), a Colo, a María (las cuatro), a Marta (las dos), a Raquel, a David, a Alejandro, a Claudia, a Aquilí, a Angela, a Gladys, a Alexandra, a la Nena, a Alejandra, a Olga, a Patricia, a Jeniffer, a Clara, a Magaly, a Edgar, a Gabriel, a Paola, a Nana, a Kathy y Cathy, a Isabel, a Francina, a Rosario, a Mireia, a Chusa, a Teresa, a Mónica, a Silvia, a Andrés, a Natalia, a Ana, a Julio, a mi madre y mi suegra y … a todas las maravillosas personas que nos han hecho llegar un mensaje de esperanza (perdonar si la memoria me falla)… GRACIAS, esa energía nos mueve, y como dicen mis amigas (y amigo) de la tribu de cryanza :
Querida Catalina! Me alegro mucho de que empieces a recuperar las gafas del optimismo. Ya sabes dónde estamos si necesitas cualquier cosa. Un beso muy grande y un abrazo muy fuerte. Ursula.
Querida Catalina, no puedo estar más de acuerdo, la energía tiene un poder maravilloso, purificante, transformador e infinito. Esa es mi única fe, mi creencia 🙂 Un beso gigante.
Q precioso Cata, me has emocionado. Hoy estoy contenta por ti, por los cristales nuevos, por tu pequeño. La vida a veces nos pone pruebas difiles, pero de las q salimos fortalecidos.
Muchos besos.
Una palabra que aprendí y que me encanta es resiliencia. Quizás la conozcas. Celebro contigo los nuevos cristales. Un beso infinito bonita!!
Lindo Post Catalina, linda reflexión y linda tu… 🙂