Seguimos en los procesos de hacernos mayores e
independientes. El domingo a medio día le pido a El Mayor (enero 2004) que me acompañe a
buscar el pan, a lo que me responde con una pregunta (primer indicador de que la A está llegando… se responde con
preguntas, jejeje). –¿Y no puedo ir yo solo con la bici?
independientes. El domingo a medio día le pido a El Mayor (enero 2004) que me acompañe a
buscar el pan, a lo que me responde con una pregunta (primer indicador de que la A está llegando… se responde con
preguntas, jejeje). –¿Y no puedo ir yo solo con la bici?
Vivimos en una urbanización cerrada y a la entrada hay un
pequeño centro comercial. Serán unos 800 mts mas o menos desde casa hasta allí;
pero no obstante esto, teniendo en cuenta que tiene 8 años y que por mi cabeza
siempre ronda el recuerdo del niño Yeremi perdido en Gran Canaria, le he dicho
que no. Pero no ha sido el no rotundo, ha sido un no abierto a negociación…. Le
he dicho que no me gustaría que fuese solo en la bici, ya que nunca sale
solo, y que si algo le llegase a pasar
no tendría como avisarnos.
pequeño centro comercial. Serán unos 800 mts mas o menos desde casa hasta allí;
pero no obstante esto, teniendo en cuenta que tiene 8 años y que por mi cabeza
siempre ronda el recuerdo del niño Yeremi perdido en Gran Canaria, le he dicho
que no. Pero no ha sido el no rotundo, ha sido un no abierto a negociación…. Le
he dicho que no me gustaría que fuese solo en la bici, ya que nunca sale
solo, y que si algo le llegase a pasar
no tendría como avisarnos.
Al ver su cara de decepción seguida de un…”Mamá, pero ya soy
mayor, ya voy a ir a tercero!!”, decidí ceder en parte y proponerle una
negociación: Le propuse que fuese en bici, y que Mamá lo acompañaría desde el
coche a una cierta distancia, de modo que si algo le pasaba podría acudir a mi.
Él encantado… bajo corriendo al garaje, cogió su casco, su bici, abrió el portón y se enfiló en su primera aventura “solo” por
la urbanización.
mayor, ya voy a ir a tercero!!”, decidí ceder en parte y proponerle una
negociación: Le propuse que fuese en bici, y que Mamá lo acompañaría desde el
coche a una cierta distancia, de modo que si algo le pasaba podría acudir a mi.
Él encantado… bajo corriendo al garaje, cogió su casco, su bici, abrió el portón y se enfiló en su primera aventura “solo” por
la urbanización.
Yo le acompañé a cierta distancia, durante todo su trayecto;
lo esperé aparcada a pocos metros de la tienda, a que comprase el pan, y luego
lo acompañé a casa… siempre a distancia…
lo esperé aparcada a pocos metros de la tienda, a que comprase el pan, y luego
lo acompañé a casa… siempre a distancia…
Al llegar, me dice:
Mami, gracias, me dejaste hacer lo que yo mas quería, pero sin dejar de cuidar
de mi. Y me dio un gran beso.
Mami, gracias, me dejaste hacer lo que yo mas quería, pero sin dejar de cuidar
de mi. Y me dio un gran beso.
Está siendo un periodo difícil para nosotros como padres, porque sabemos que debemos ir dejando espacio
para que extienda sus alas, lo que pasa es que como padres igualmente nos
preocupa mucho su seguridad y su integridad, y en parte lo seguimos viendo
pequeño e ingenuo como para afrontar ciertos tipo de situaciones… Pero sabemos
que debemos confiar en él y darle herramientas para que pueda enfrentarlas.
para que extienda sus alas, lo que pasa es que como padres igualmente nos
preocupa mucho su seguridad y su integridad, y en parte lo seguimos viendo
pequeño e ingenuo como para afrontar ciertos tipo de situaciones… Pero sabemos
que debemos confiar en él y darle herramientas para que pueda enfrentarlas.
Cómo cuesta dejarles volar! Lo estais haciendo muy bien.
Un abrazo.
Y que lo digas… sé que lo debemos dejar volar, pero igual me está costando mucho.. Gracias por tu comentario 😉
Buffff, me he visto a mí misma dentro de unos años…pocos, cada vez menos! nosotros vivimos en un pueblo muy cercano a la capital y cada vez que veo a niños solos por la calle, pienso que yo no creo q sea capaz de dejar a mi hijo salir solo no sé hasta cuando y eso nos va a crear muchos conflictos en casa con él.
Pero como tú, tengo miedo, mucho miedo a que le pase algo, a que se cruce con un indeseable y no volver a verlo.
Estos miedos los tenemos todos, y a veces quisiéramos poder protegerlos de todo y de todos… La sociedad está mal y cada vez son mas los peligros, pero nos toca encontrar un punto medio para no ahogarlos y no aislarlos.. ¿Que duro, verdad? Gracias por pasarte por acá.
Ufff!!! Mi peque-mayor es de Marzo 2004… así que… hablamos el mismo idioma… je,je,je
Él quiere el año que viene ir solo al entrenamiento de baloncesto pero… ¡¡no sé si me atreveré!!
Un abrazo.
Pues si que hablamos el mismo idioma!!! ufff, ya sabes, siempre puedes negociar con él, pero seguro que llegará el día en el que vaya solo… mucho ánimo, y estaré pendiente de ver como te va. ♥♥
Qué bien lo hiciste, los míos son pequeños y no quiero ni pensar cuando llegue ese momento, pero tu idea no se me olidará para cuando la necesite.
Buen día.
Ay.. cariño como decía mi abuela: "cada etapa una tapa"… jeje a ver que te toca a ti, porque como van cambiando las cosas de rápido, igual ni te toca esperar tanto… (esperemos que no, claro).
En eso consiste Cata, en darle herramientas para que sigan su curso sin dejar de quitar el ojo, a mí también me resulta muy difícil, pero no nos queda otra que ir haciéndolo!! Un besote!!!
Zule, habla la experiencia… me gusta eso de "no quitar el ojo", creo que ahí hay una gran diferencia, una cosa es dar alas y otra es dejar "por via" y sin guía. Un abrazo ♥
Me parece una negociacion perfecta! genial, el se sintio protegido pero a la vez fue solo, felicidades por hacerlo tan facil. Tomo nota, me has enseñado mucho con esta entrada. Un besote
Gracias María… no es fácil llegar a estos puntos, y creo que la clave está en lograr empatizar con ellos, ponernos en su lugar y encontrar un punto medio. Un besote… 😉
Que bonito Catalina!!! Me encanta lo que te dijo al volver 🙂 y la frase de tu abuela también, yo soy muy de frases también. La verdad es que yo cuando veo casos por la tele de pérdidas de niños como lo de Yeremi, los niños de Córdoba o los niños robados, se me ponen los pelos de punta y se me enconge el corazón, pero hay que dejarles volar 😉
Un abrazo
Gracias Martina… son nuestro mayor tesoro y llegar siquiera a pensar en perderles por una desatención nuestra es algo que me aterra. Un abrazo
Qué grande Catalina, ¡genial! Ellos necesitan ir cultivando esa pequeña parcela de independencia, y supiste negociar de una manera maravillosa. Dando valor a su petición pero sin perder tu papel de madre cuidadora. Tomo nota querida, tu experiencia me sirve de mucho para ir aprendiendo. Un beso grande.
Gracias Cariño… hay veces en las que nos equivocamos y otras en las que nos salen bien las cosas, y creo que esta es una de esas ocasiones en las que la intuición de madre nos guió por un buen camino. Un besote ♥