Uy… con lo que me he topado:
La nueva maternidad reclama una mujer trabajadora, «no esclava», que no entra en el mercado laboral «a costa de todo»
A las madres que pensamos así se nos tilda de «antifeministas», nos ven como enemigas, y piensan que estamos echando atrás toda su lucha… no entienden que no se trata de luchas sino de necesidades reales, humanas y esenciales: la maternidad, la lactancia y la crianza hacen parte de nuestra naturaleza como mujeres, y negarla nos anula mas como seres humanos y nos aleja de la verdadera igualdad.
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MOTHER KISSING BABY © Constantin Opris |
A las nuevas madres quiero darles este mensaje: si han decidido ser madres, procuren disfrutar plenamente de ese maravilloso regalo que es la maternidad; no dejen que la sociedad les quite la posibilidad de disfrutarlo a plenitud, de desarrollar esa feminidad al máximo potencial; no permitan que sus hijos se pierdan del maravilloso regalo que es el amor de la madre, el apego, sus mimos, su olor, su «estar presente» de alma y de cuerpo.
La vida pasa muy rápido, es efímera, y nuestros hijos crecen a gran velocidad… regalémonos esos primeros meses de gran apego, no dejemos que el vacío de nuestros brazos se sienta, ni que su ausencia sea cómplice de desajustes emocionales e inseguridades en el futuro. Son muchos los estudios científicos que avalan la importancia de la crianza en primera persona, pero al margen de ellos, es que es la esencia de la naturaleza!. Son nuestros hijos, nos debemos a ellos, debemos cuidarlos y amarlos, no son un trofeo a exhibir o un indicador más de éxito…
Es difícil, la vida y la sociedad nos empuja a abandonar nuestros hogares; las medidas de conciliación siguen siendo insuficientes; y lo que es peor: la mentalidad de la sociedad sigue siendo inhóspita a este reencuentro con la esencia del amor…
(El título es el enlace al artículo publicado el día de la mujer en el que entrevistan a María del Mar Jiménez una de las autoras del libro Una Nueva Maternidad).
Defender el derecho total a disfrutar de la maternidad es muy bonito. Felicidades por sentirte asi. Ahora bien, para mi no hay un patrón único de comportamiento. El amor es la base. La manera de manifestarlo no es siempre presencial o al menos debe ser de gran calidad. Cada madre debe manifestar su amor y su apego a su manera, es un "contrato" privado. No podemos imponer maneras de criar, los estudios están ahi, es cierto, pero segun las épocas cambian. Amar y demostrarlo, para mi es la base. Un abrazo.
De acuerdo Kira.. es un "contrato privado" lo que no exime de poder dar mensajes que tal vez animen a las mujeres a pensar en ellas y en beneficio de sus hijos. Gracias por comentar.
La autora del artículo dice "la crianza con apego es un derecho femenino". Pero yo diría más, se trata de un derecho de los niños.
Ya sabes como son los periodistas, acotan lo que mas les interesa.. Mas adelante en el artículo Mar habla del derecho de los niños, y tal y como lo hemos hablado en muchas ocasiones. Gracias por pasarte por aquí…
Rotundamente de acuerdo con Madres Cabreadas.
Carolina un gusto tenerte por acá. Tal y como le respondí a MC, creo que fue una acotación del periodista.. como digo e el post "regalémonos esos primeros meses de gran apego, no dejemos que el vacío de nuestros brazos se sienta, ni que su ausencia sea cómplice de desajustes emocionales e inseguridades en el futuro. …. Son nuestros hijos, nos debemos a ellos, debemos cuidarlos y amarlos, no son un trofeo a exhibir o un indicador más de éxito…".
Claro, claro, Catalina. Si lo sé de MªMar, y me lo imagino de ti 🙂 era más bien un recalcar lo que había dicho Madres Cabreadas, no es negar que vosotras lo digáis 🙂
El gusto de descubrirte es mío 😉
Ojalá poco a poco se produzca ese cambio de mentalidad tan necesario en nuestra sociedad y se dé a la maternidad y la crianza la importancia que tienen. Buen post Cata.
Que lejos de la realidad está este planteamiento. Las cosas desafortunadamente estan tomando un rumbo muy oscuro, y la poca humidad que nos queda, les niega a las mujeres la posibilidad de sentirse mujeres.
Hola Catalina. Acabo de conocerte y creo que seguiré leyéndote muchos