Mamá también sabe… que no se confía en «cualquiera»!

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Este fin de semana mi hijo mayor (7 años cumplidos) ha traído el libro de religión (de primero de primaria) para hacer los deberes de la unidad 10.(1) (Claro, por algún motivo aún no aclarado, los niños no alcanzaron ha terminar todas las unidades, y nos han dejado esta unidad para trabajar en casa;  por mi no hay problema, pero es que por qué razón tenemos que dejar todo para última hora – incluso los profesores- qué manía la que tenemos de no tener previstos los tiempos y los plazos con anterioridad.. pero ese es otro tema).


Nunca lo había traído a casa hasta ahora, así que me puse a darle una ojeada, así como para ver de que van ahora las clases de religión (en mi época no había libro de colores y dibujillos, ni fichas y todo era mucho más aburrido); es un libro donde intercalan historias del antiguo y el nuevo testamento, haciendo mucho énfasis en algunos de los principales valores del buen cristiano: confianza, amor, solidaridad, gratitud y amistad.

Ha sido muy grato ver el enfoque que se le está dando a la enseñanza de la religión católica. Por un momento y a primera vista, pensé que el libro le estaba llenando la cabeza de leyendas a mi hijo, y me dio mucho gusto ver que no era así. Esto de los valores, es algo que valoro mucho más que la religión en sí misma; y si la religión se utiliza como un medio para enseñarlos, pues que sea bienvenida!.

Lo mejor de todo fue encontrar que para mi hijo, su madre y su padre somos referentes de confianza, aunque en mayor medida la madre (que gratificación: lo digo honestamente y con mucho de egocentrismo maternal, y aunque no me lo esperaba de otra forma los niños siempre te pueden sorprender). Cuando le preguntan, en el segundo capitulo sobre en quién confía cuando está enfermo y triste, pues responde que en la mamá; me puse muy feliz cuando lo vi, hasta que me dí cuenta que su respuesta cuando tiene que contar un secreto es que confía en un amigo..  – «oh! oh! mi niño, ya no me cuenta sus secretos!! Qué horror!! Ya no confía en mi!!!»- Por un momento, esas fueron las frases que me vinieron a la mente, hasta que vi el dibujo de la parte de abajo de la ficha, y lo entendí todo. Mi hijo, SI CONFÍA en mi, y mucho, y soy su referente (uff, que alivio), pero ya está creciendo y necesita confiar en otras personas.. lo que no significa que no confíe en Mamá, y que no me siga contando «algunos de sus secretos».

Ha seleccionado a la Mamá!

La cosa no termina allí. Al llegar al octavo capitulo, vuelve a surgir el tema de la confianza; esta vez la confianza ligada al amor; después de reflexionar sobre la frase: «Igual que Noé confió en Dios, yo confío en las personas que me quieren» se le pide que escriba el nombre de dos personas en las que confía… y mi niño responde: Mamá y Dios… pa’ comérselo!!!!

¡Vaya! En Dios confío se quedó corto.. es:  ¡En Mamá y en Dios confío!
 (y no en cualquiera, jejeje).

Para mi, este es el resultado de una crianza respetuosa, en la cual hemos siempre apostado por darle al niño el espacio para expresar sus sentimientos, sin juzgarlo. Hemos logrado ganarnos su confianza, con simples gestos como escucharlo atentamente, y con calma, sobre todo cuando nos cuenta alguna situación un poco espinosa, sin dramatizar ni juzgar. Cuando era pequeño le enseñamos a que nos contara si se le rompía algo o si dañaba algo, diciéndole que era mejor que nos contara para que le pudiéramos ayudar a solucionarlo, en lugar de gritarle o reprenderle; le hemos siempre repetido que nos cuente las cosas, y hemos tratado en lo posible, de mantener la calma y la objetividad, evitando hacer juicios de valor que lo puedan alejar de nosotros: si un niño se siente juzgado, difícilmente querrá contar sus cosas, y buscará la forma de evadir decir la verdad. Así no se puede construir la confianza. Sólo espero que con los años, esa confianza que hemos logrado hasta ahora con él, se fortalezca, a pesar de que ahora también cuente con «otros» en quien confiar (jeje)!.
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(1) Libro 1 Religión católica – Proyecto Maná – Editorial San Pablo, 2007

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Soy Catalina Echeverry, madre, licenciada en Marketing y Publicidad, Coach, Facilitadora de Disciplina Positiva, Consultora DISC de Comportamiento Humano y ciudadana del mundo. La maternidad no sólo me cambio la forma de ver la vida, sino que me abrió el camino para el cambio continuo. Cada día aprendo algo nuevo, y eso me hace sentirme viva. Soy conferencista, cibercooperante del INCIBE y actualmente trabajo como Consultora de Formación en Habilidades Directivas, un profesión que me ha permitido cerrar mi círculo del propósito en la vida.
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4 Comentarios

  1. Primero de todo, me parece muy bien que la religión tenga estos contenidos. De hechos en mi época también era así, las historias bíblicas eran al final, como fábulas que siempre nos daban alguna enseñanza.

    Y referente a las respuestas de tu hijo, no me extraña que estés orgullosa. Como bien dices, seguro qeu es el resultado de una educación respetuosa. Enhorabuena

  2. Catalina, este post lo podía haber escrito yo, mi hijo contestó igual 🙂 y yo sentí lo mismo que tú, también me gusta mucho los libros de religión que llevan porque incide mucho en valores, amor, compañerismo, solidaridad …
    Creo que lo estais haciendo genial

  3. Desde luego no se confia en cualquiera y siempre te llena de orgullo que tu hijo te ponga en primer lugar. Tampoco me extraña que estés contenta con los libros de religión, por que lo que le estan enseñando son valores.
    Un saludo, guapa!
    (Jo, la próxima espero hacer pole)xD

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